Agua con gas

Agua con gasGTRES

La diferencia entre el agua con gas, la soda, la gaseosa y la tónica

El agua con gas, la soda, la gaseosa o la tónica comparten un ingrediente en común –el dióxido de carbono (CO₂)–, y aunque a simple vista podrían parecer lo mismo, cada una tiene su propia historia, composición y forma de usarse. Por eso no saben igual ni se usan de la misma manera.

El agua con gas es básicamente agua a la que se le ha añadido CO₂, ya sea de manera natural (desde el manantial) o artificial. Cuando el gas viene del propio manantial, suele tener un perfil más particular. También hay aguas minerales que, además del gas, contienen minerales como calcio, magnesio o bicarbonatos, lo que puede cambiar ligeramente su sabor. Aun con eso, sigue teniendo un gusto bastante neutro. Aunque es refrescante por las burbujas, muchos expertos coinciden en que para hidratarse bien, lo ideal sigue siendo el agua natural, sin gas.

Soda

La soda, o club soda, es agua carbonatada que también lleva una pizca de sales minerales, como bicarbonato de sodio o sal común. Eso le da un sabor más marcado que el del agua con gas. Gracias a esas sales y a su efervescencia, es muy usada en cocteles, ya sea para rebajar el alcohol o para realzar otros sabores. Incluso en la cocina tiene su lugar: ayuda a que los rebozados queden más esponjosos y ligeritos.

Gaseosa

La gaseosa mezcla agua con gas, azúcar y algún saborizante, por lo general cítrico, como limón. En España fue muy popular durante gran parte del siglo XX, sobre todo en reuniones familiares y fiestas. Se usa para rebajar el vino, acompañar el vermut y la cerveza o simplemente como refresco casero. A diferencia del agua con gas o la soda, su intención no es ser neutra, sino aportar un sabor dulce y refrescante.

Tónica

La tónica tiene raíces medicinales. Su característico amargor viene de la quinina, una sustancia natural que se extrae de la corteza del árbol de quina, y que se usaba en el siglo XIX para prevenir la malaria. Con el tiempo, pasó de remedio a bebida de moda, sobre todo como parte del famoso gin-tonic. Hoy en día se elabora con agua, gas, algo de azúcar o edulcorantes, y una dosis muy leve de quinina. Su sabor fuerte y amargo la hace muy distinta de otras bebidas con gas más suaves, como la soda.

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