Método tradicional de elaboración de kéfir casero

Método tradicional de elaboración de kéfir caseroGetty Images | Daniel Balakov

El kéfir se impone como aliado natural del sistema inmunitario

Esta bebida fermentada se elabora a partir de leche de cabra y gránulos vivos de kéfir

El kéfir es un producto lácteo fermentado que se obtiene a partir de la fermentación de la leche mediante bacterias y levaduras presentes en los llamados granos de kéfir, los cuales tienen una forma muy parecida a la coliflor.

Un reciente estudio liderado por especialistas de la Universidad de Nottingham ha revelado que la combinación de kéfir y fibras prebióticas resulta más eficaz que los suplementos dietéticos convencionales para reducir la inflamación sistémica y fortalecer el sistema inmunológico.

Los resultados, publicados en la revista Journal of Translational Medicine, ponen de relieve los beneficios de un simbiótico —es decir, una fórmula que une probióticos y prebióticos— elaborado a partir de kéfir fermentado de manera natural y una amplia gama de fibras de origen alimentario. Según los autores, este compuesto mostró efectos antiinflamatorios más intensos que los obtenidos por separado con inulina o ácidos grasos omega-3.

La combinación simbiótica fue proporcionada por la empresa Chuckling Goat Ltd., especializada en productos naturales a base de kéfir. Esta bebida fermentada, elaborada a partir de leche de cabra y gránulos vivos de kéfir, contiene una comunidad compleja de bacterias y levaduras beneficiosas. Por su parte, la mezcla prebiótica estaba compuesta por 18 tipos distintos de fibras derivadas exclusivamente de alimentos naturales.

Microorganismos vivos

El principio activo del simbiótico radica en la sinergia entre los microorganismos vivos del kéfir y las fibras que los alimentan. Este equilibrio permite que los microbios proliferen y produzcan compuestos como el butirato, un ácido graso de cadena corta con propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias que benefician al organismo en su conjunto, más allá del sistema digestivo.

Durante el ensayo, que tuvo una duración de seis semanas, se observó que los participantes sanos que consumieron el simbiótico mostraron una mayor disminución de proteínas vinculadas a procesos inflamatorios que aquellos que recibieron únicamente suplementos de omega-3 o fibra. Esta reducción de los marcadores inflamatorios sistémicos indica un descenso generalizado de la inflamación en todo el cuerpo, lo que podría traducirse en una menor propensión a padecer enfermedades inflamatorias crónicas, como afecciones cardiovasculares o trastornos metabólicos.

La directora del estudio, la doctora Amrita Vijay, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, explicó los alcances de estos hallazgos: «Nuestro estudio demuestra que, si bien los tres enfoques dietéticos redujeron la inflamación, el simbiótico —que combina kéfir fermentado con una mezcla diversa de fibras prebióticas— tuvo los efectos más potentes y de mayor alcance. Esto sugiere que la interacción sinérgica entre los microorganismos beneficiosos y las fibras dietéticas podría ser clave para mantener el equilibrio inmunitario y la salud metabólica».

Estos resultados suponen un paso importante hacia nuevas estrategias nutricionales para promover el bienestar sistémico, particularmente en lo que respecta al sistema inmune. De cara al futuro, los investigadores tienen previsto evaluar la eficacia del simbiótico en personas con enfermedades concretas, con el fin de determinar su potencial terapéutico en contextos clínicos específicos.

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