Botella de agua
Salud
¿Es realmente sana el agua con gas? Esto es lo que dice un médico
El agua con gas se ha popularizado en nuestro país en los últimos años
La popularidad del agua con gas ha ido en aumento en los últimos años, convirtiéndose en una alternativa favorita para muchos que buscan una bebida refrescante y diferente. Sin embargo, a raíz de un incidente reciente en Vigo, donde un hombre sufrió graves quemaduras por ingerir agua con gas, surge la pregunta: ¿es realmente saludable esta bebida? Julio Maset, médico de Cinfa, aborda este tema y aclara algunos mitos y realidades en torno a la hidratación.
Beneficios del agua con gas
Según el doctor Maset, el agua con gas y el agua normal son casi equivalentes en términos de hidratación, ya que ambas no contienen calorías y cumplen con la función de mantenernos hidratados. Sin embargo, el agua con gas tiene características que la hacen especial. Por un lado, se menciona que facilita la digestión y puede aliviar la pesadez después de comidas copiosas, lo que podría ser un alivio para quienes sufren de malestar estomacal ocasional.
Además, algunas investigaciones sugieren que el agua con gas puede ser beneficiosa para reducir el estreñimiento y mejorar la deglución en personas sanas. Estos aspectos, según Maset, hacen que el agua con gas sea una opción válida, especialmente si se usa como un reemplazo de bebidas menos saludables, como los refrescos azucarados.
Precauciones a considerar
A pesar de estos beneficios, el doctor Maset advierte que el agua con gas no es adecuada para todo el mundo. Personas que padecen reflujo gastroesofágico o síndrome del intestino irritable deberían tener cuidado, ya que la carbonatación puede causar molestias significativas. Es vital considerar que, aunque el agua con gas puede ser refrescante, su acidez podría contribuir a erosionar el esmalte dental. Sin embargo, el médico señala que el riesgo es menor en comparación con los refrescos azucarados.
Para quienes deseen disfrutar del agua con gas, Maset recomienda hacerlo con moderación y preferiblemente durante las comidas, donde los efectos de la acidez pueden ser minimizados.