Peregrino llegando a Santiago

Peregrino llegando a Santiago

Cómo preparar el Camino de Santiago física y mentalmente

Las rutas de peregrinación hasta la Catedral del Apóstol Santiago te ayudarán a conectar con la naturaleza y a poner a prueba tus facultades físicas

Cada año son más las personas que se suman a hacer el Camino de Santiago. Este año tiene especial mención, ya que es Año Jacobeo. El Vaticano decretó en 2021 que los jubileos religiosos del Año Santo se prorrogasen un año más debido a la crisis del coronavirus y a las limitaciones de movilidad. Además, se dice que los creyentes en Año Santo Jacobeo a la Catedral de Santiago pueden conseguir la indulgencia plena.
Si has pensado hacer este año el Camino de Santiago, lo primero que tienes que decidir es cómo hacerlo: en bicicleta o caminando. Una vez que se ha tomado la decisión debes tener presente que te ayudará la condición física en la que estés los días previos a realizarlo.
Necesitas estar en forma para comenzar a andar. No todas las personas deben prepararse del mismo modo, depende de muchos factores, como por ejemplo la edad, el sexo o las condiciones físicas. Es una ruta de peregrinación cristiana hacia la tumba de Santiago el Mayor, por lo que requiere entrenamiento físico y mental.
El Camino de Santiago es una ruta que puede llegar a ser algo larga dependiendo del camino que elijas y los kilómetros que hagas al día. Todo esto con una única finalidad, llegar a la Catedral y obtener las credenciales necesarias para afirmar el camino.

Preparación física y mental

Lo mejor es iniciar un entrenamiento semanas previas al Camino y de manera progresiva, comenzando por unos kilómetros diarios y a medida que pase el tiempo ir prolongando las rutas y las condiciones geográficas. La idea es que vayas alternando terrenos de tierra y asfalto.
Además, se recomienda hacer los caminos de preparación con mochila y algo de peso. Así, cuando llegue el momento de la verdad estarás acostumbrado a llevar peso a la espalda.
El calzado es muy importante porque los pies pueden sufrir durante los kilómetros que se recorran, por lo que durante la preparación física es recomendable que si vas a estrenar cazado nuevo lo vayas amoldando a tu pie.
Además de una preparación física previa, cuando llevas a cabo este tipo de experiencias es muy importante la preparación espiritual. Es una ruta de muchos días y se viven muchas emociones, por lo que debes prepararte.
Para evitar agotarte mentalmente debes sacarle partido a la experiencia que estás viviendo, y para ello, lo primero que tienes que hacer es olvidarte de la meta. Debes disfrutar de cada paso que des. Ten en cuenta que vas a caminar entre naturaleza, pueblos y un entorno único, por lo que debes aprovechar ese momento para conectar con lo que te rodea y contigo mismo.
Por lo tanto, aparte de escoger las rutas acordes a tus condiciones físicas, también tienes que tener en cuenta que necesitas reservar tiempo para ti, para relajarte y despejar tu mente.
Todas las rutas son diferentes, pero si algo tienen en común es el continuo contacto con la naturaleza y el aire puro. También habrá rutas por pueblos y zonas rurales por los cuales posiblemente hayas pasado antes, pero como peregrino las percibirás de otra manera. Valóralo, aprovecha la hospitalidad de los ciudadanos y empápate de la historia del lugar y sus tradiciones.
Con todas estas recomendaciones, si vas a hacer el Camino este año disfruta y desconecta, porque como dice un refrán muy típico entre los peregrinos: «El milagro del Camino está en que convierte en mágicas las cosas normales».

Oración en el inicio del Camino

Al comenzar el Camino hacia tu sepulcro me
dirijo a ti, Apóstol Santiago, amigo del Señor Jesús,
para pedirte tu ayuda y protección. Tú escuchaste la
llamada de Jesús, le seguiste fielmente e hiciste de
sus enseñanzas el camino de tu vida. Tú, siguiendo
el mandato de Jesús, llegaste hasta las tierras de
Compostela para dar testimonio de la Buena Nueva
del Evangelio. Tú fuiste el primero en dar la vida por
anunciar a todos que el Señor murió por nosotros y
resucitó, abriéndonos así el camino hacia la verdadera
felicidad.
Ayúdame en el Camino que voy a iniciar hasta
tu Sepulcro. Protégeme de todo peli gro y haz que
llegue a postrarme ante tu Tumba, para hacer con
sinceridad la profesión de fe y unirme contigo en un
cariñoso abrazo. Ayúdame, patrono querido, a que el
fin del Camino sea para mí el comienzo de una nueva
vida.
Amén.
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