El nuevo incentivo para dormir ocho horas cada noche
Dormir es esencial para potencia la mente, restaurar el cuerpo y fortalecer prácticamente todos los sistemas del organismo. Un estudio reciente indica que dormir menos de cinco horas puede afectar al sistema inmunitario y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como patologías cardíacas, cáncer o diabetes. Ahora, un equipo de científicos internacionales ha descubierto un nuevo incentivo para dormir ocho horas cada noche: ayudar al cerebro a almacenar y aprender un nuevo idioma.
El estudio, dirigido por la Universidad del Sur de Australia (UniSA) y publicado en el Journal of Neuroscience, ha revelado que la coordinación de dos eventos eléctricos en el cerebro dormido mejora significativamente nuestra capacidad para recordar nuevas palabras y reglas gramaticales complejas.
En un experimento con 35 adultos angloparlantes nativos, los investigadores rastrearon la actividad cerebral de los participantes que aprendían un idioma en miniatura llamado Mini Pinyin, que se basa en el mandarín pero con reglas gramaticales similares al inglés.
Mañana o tarde
La mitad de los participantes aprendieron Mini Pinyin por la mañana y luego regresaron por la tarde para que se les hiciera una prueba de memoria. La otra mitad aprendió Mini Pinyin por la tarde y durmió en el laboratorio durante la noche mientras se registraba su actividad cerebral. Los investigadores probaron su progreso por la mañana.
Los que durmieron tuvieron un rendimiento significativamente mejor en comparación con los que permanecieron despiertos.
El investigador principal, el Dr. Zachariah Cross, afirma en un artículo que las mejoras basadas en el sueño estaban relacionadas con el acoplamiento de las oscilaciones lentas y los husos del sueño: patrones de ondas cerebrales que se sincronizan durante el sueño NREM.
«Este acoplamiento probablemente refleja la transferencia de información aprendida desde el hipocampo a la corteza, mejorando el almacenamiento de la memoria a largo plazo», dice el Dr. Cross y añade: «La actividad neuronal posterior al sueño mostró patrones únicos de oscilaciones theta asociadas con el control cognitivo y la consolidación de la memoria, lo que sugiere un fuerte vínculo entre la coordinación de las ondas cerebrales inducida por el sueño y los resultados del aprendizaje».
El estudio subraya la importancia del sueño en el aprendizaje de reglas lingüísticas complejas
El Dr. Scott Coussens, investigador de la UniSA, por su parte explica: «Al demostrar cómo los procesos neuronales específicos durante el sueño favorecen la consolidación de la memoria, ofrecemos una nueva perspectiva sobre cómo la alteración del sueño afecta el aprendizaje del lenguaje».
Los hallazgos también podrían potencialmente informar tratamientos para individuos con discapacidades relacionadas con el lenguaje, incluidos el trastorno del espectro autista (TEA) y la afasia, que experimentan mayores alteraciones del sueño que otros adultos.
El sueño no es solo un estado de descanso, sino un estado activo y transformador para el cerebroInvestigador de la UniSA
Las investigaciones realizadas tanto en animales como en humanos muestran que las oscilaciones lentas mejoran la plasticidad neuronal: la capacidad del cerebro de cambiar y adaptarse en respuesta a experiencias y lesiones.
«Desde esta perspectiva, las oscilaciones lentas podrían incrementarse mediante métodos como la estimulación magnética transcraneal para acelerar la terapia del habla y el lenguaje basada en la afasia», dice el Dr. Cross.