
El reloj biológico juega un papel fundamental en los hábitos alimentarios tardíos de los adolescentes
Comer a una determinada hora, factor clave en la obesidad de los adolescentes
El reloj biológico juega un papel fundamental en los hábitos alimentarios tardíos de los adolescentes
Se espera que para el año 2030, aproximadamente la mitad de los estadounidenses tengan obesidad, una condición que contribuye a la aparición de enfermedades crónicas, como la diabetes y el cáncer. Si bien investigaciones anteriores han destacado las conexiones entre el sueño, los patrones de alimentación y el aumento de peso, los científicos siguen sin estar seguros del papel del sistema circadiano –nuestro reloj biológico interno– en la configuración de los patrones de alimentación.
Un nuevo estudio realizado por investigadores del Mass General Brigham y la Warren Alpert Medical School de la Universidad de Brown revela una relación clara entre los ritmos circadianos, el peso y los hábitos alimentarios en los adolescentes, un grupo de edad vulnerable cuyos patrones de alimentación influyen en su salud a lo largo de la vida. En el estudio, los adolescentes que tenían sobrepeso u obesidad consumían más calorías más tarde en comparación con los participantes con pesos saludables, y los resultados demostraron que los ritmos circadianos desempeñan un papel fundamental para explicar la ingesta calórica posterior en personas con riesgo de obesidad. Los resultados se publican en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
«Al iniciar este estudio, sabíamos que el sistema circadiano afecta el hambre y el metabolismo. Sin embargo, lo que no quedó claro fue si el sistema circadiano, cuando se aísla de las influencias de los ciclos ambientales y de comportamiento, incluidos los ciclos de luz, sueño y actividad, influye directamente en el consumo de alimentos», dijo Frank AJL Scheer, profesor de Medicina y director del Programa de Cronobiología Médica en el Brigham and Women's Hospital, quien añade: «Este estudio es el primero en demostrar que la ingesta de alimentos en sí está regulada por nuestro reloj corporal interno».
La ingesta de alimentos está regulada por nuestro reloj corporal internoProfesor de Medicina
Los adolescentes de los grupos de obesidad y sobrepeso consumieron significativamente más calorías en el horario circadiano vespertino en comparación con los del grupo de peso saludable. Los investigadores no encontraron diferencias significativas en el tiempo total de sueño entre los grupos o dentro de ellos en todos los ciclos de sueño.
Qué es el sistema circadiano
El sistema circadiano está compuesto por billones de relojes presentes en prácticamente todos los órganos, tejidos y células, que preparan nuestra biología y comportamiento para las demandas cambiantes a lo largo del ciclo día/noche. Se sabe que la influencia del sistema circadiano difiere entre las personas, debido a una combinación de factores genéticos, conductuales y ambientales.
En este estudio participaron 51 adolescentes, tanto hombres como mujeres, de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años (edad media de 13,7 años). Los adolescentes se dividieron en tres grupos según su índice de masa corporal (IMC). Veinticuatro pertenecían al grupo de peso saludable, 13 al grupo de sobrepeso y 14 al grupo de obesidad. Todos los participantes vivían en siete ciclos de sueño y vigilia de 28 horas, permaneciendo en un entorno controlado de luz tenue mientras estaban despiertos y en completa oscuridad durante el sueño. Los participantes permanecieron en el mismo espacio durante todo el estudio. Para controlar las influencias externas sobre el ritmo circadiano, los investigadores eliminaron todas las señales externas de tiempo del entorno del laboratorio, incluidos los relojes y el acceso a la luz exterior.
Los participantes tuvieron seis oportunidades de comer en horarios fijos durante el episodio de vigilia, con un menú estandarizado. Los participantes podían consumir tanta comida como quisieran durante cada comida. Los investigadores hicieron un seguimiento de los alimentos consumidos y la ingesta calórica. Durante el día, los adolescentes podían participar en una variedad de actividades, como manualidades, ver películas (con las luces de la pantalla atenuadas) y jugar juegos sociales.
Resultados
Los resultados mostraron que los cambios en el sistema circadiano a lo largo del día y la noche influyeron significativamente en el consumo de alimentos de todos los participantes. En los tres grupos, la ingesta de alimentos alcanzó su punto máximo a última hora de la tarde y a primera hora de la noche y fue menor por la mañana, incluso después de tener en cuenta factores ambientales y de comportamiento, lo que demuestra que el reloj biológico del cuerpo afecta directamente la cantidad que comemos en diferentes momentos del día.
Qué es lo que viene primero
Si bien este estudio demostró el impacto del sistema circadiano en la ingesta de alimentos y reveló diferencias entre grupos en función del peso, no puede poner a prueba la cuestión del «huevo y la gallina» de qué es lo que viene primero. Se necesitan estudios futuros para determinar si afectar el control circadiano de la ingesta de alimentos contribuye a los cambios de peso, si los cambios de peso afectan el control circadiano de la ingesta de alimentos o una combinación de los dos. Con futuras investigaciones, Scheer pretende obtener una comprensión más profunda de las interacciones entre la dieta, el sistema circadiano y el metabolismo, los mecanismos biológicos subyacentes a estas relaciones y las implicaciones para el desarrollo de intervenciones dietéticas cronometradas para mejorar la salud.