Las últimas encuestas mantienen a Vox al alza con una dura oposición a Sánchez y su discurso migratorio

Acabó el año y empezó el nuevo con varios meses consecutivos de buenas marcas, y cierra el curso con la consolidación de esa tendencia al alza en los sondeos. Si hoy se celebraran elecciones generales, Vox superaría los 33 escaños que obtuvo en 2023 acercándose a la cifra que logró en 2019 (52), con entre 47 y 49, según el promedio de encuestas de Electocracia que recogió El Debate este lunes. Es, según la media de sondeos, el partido que en estos momentos más crece, casi dos puntos y medio, hasta casi el 15 %, sumando más de medio millón de votos nuevos.

En la última encuesta elaborada por Target Point para El Debate a mediados de este mes obtenía un 15,6 %, que se traduce en 48-49 escaños; también superaba el 15 % en la encuesta de 40dB para El País, a principios de julio; entre 38-40 diputados (14,6 %) según la encuesta de DYM para el grupo Henneo, y 44 según la que realizó Celeste-Tel para Onda Cero. El del CIS ha sido el barómetro que más le ha disparado, hasta el 18,9 %. En el mes anterior, otros sondeos de casas demoscópicas privadas le situaban por encima de los 40 escaños. Especial apoyo tiene, de acuerdo con estudios demoscópicos, entre los jóvenes, siendo el partido más votado entre las personas de 18 a 34 años, como refleja la encuesta de 40dB para El País publicada a principios de julio.

Hace unas semanas Santiago Abascal reiteraba en una entrevista en que él y su partido desconfían de las encuestas, vayan en contra o a favor, pero apuntaba que se centran en responder a «los problemas reales» de los españoles, que su formación habla con «extraordinaria contundencia» acerca del problema migratorio, de la situación de inseguridad en las calles o de los problemas para llegar a fin de mes y que espera que los ciudadanos pudieran sentirse representados por Vox.

En los últimos meses el partido ha hecho hincapié, por un lado, en su postura de ejercer una oposición «total y frontal» al Gobierno de Pedro Sánchez y a sus políticas. De hecho Abascal insiste en que para su partido no es suficiente con derogar el sanchismo, sino también el socialismo, y que es prioritario desalojar del poder al dirigente socialista pero para poner fin también a las políticas que los socialistas impulsan y aplican. Para Vox, y así lo volvió a recalcar este lunes el propio Abascal, no hay un PSOE «de Estado» o un PSOE bueno al que, según recrimina, algunos dirigentes del PP apelan ante la deriva tomada con Sánchez al frente.

Vox está personado como acusación popular en todas las causas en las que se investiga al PSOE y al entorno del presidente del Gobierno, y recientemente ha presentado una nueva querella contra él ante el Supremo por presunta revelación de secretos, encubrimiento y obstrucción a la justicia tras unas declaraciones de José Luis Ábalos que revelaban que Sánchez le informó en septiembre de 2023 de que la UCO investigaba a su exasesor, Koldo García.

La formación de Abascal se ha sumado a varias de las protestas que se han convocado contra Pedro Sánchez. En junio, tras el informe de la UCO que provocó un terremoto en el PSOE y la salida del número tres, Santos Cerdán, hoy en prisión, Abascal canceló su agenda internacional en Paraguay y encabezó junto a otros dirigentes del partido una marcha desde Moncloa a Ferraz para exigir la dimisión del Ejecutivo y elecciones generales. E insistió en reclamar una moción de censura, llegando a pedir dos diputados para sumar los 35 necesarios y poder presentarla.

Al tiempo que ejerce esa oposición contra el Gobierno, se ha lanzado al choque con el Partido Popular. Hasta hace un año el vínculo que mantenía a ambos partidos era su relación en las regiones donde compartían gobierno; hoy, ya fuera de esos ejecutivos, se ha elevado el tono contra la formación de Alberto Núñez Feijóo. Este lunes Santiago Abascal señalaba que populares y socialistas «son lo mismo» porque, según trasladó, votan lo mismo en Bruselas y asumen las mismas políticas, aludiendo entre ellas a la migratoria.

En los últimos meses Vox ha reforzado su discurso migratorio. Su planteamiento, y así lo han trasladado desde el principio, es que los inmigrantes ilegales, aquellos legales que cometan delitos graves o hagan de los delitos leves su forma de vida y aquellos que se nieguen a integrarse y hayan venido a imponer su cultura deben ser deportados.

Tras los incidentes violentos protagonizados por inmigrantes, en muchos casos en situación irregular, como la agresión de Torre Pacheco o la violación en Alcalá de Henares, el partido se ha movilizado aún más y ha lanzado una campaña para pedir que se consulte a los españoles con un referéndum sobre la inmigración ilegal y el control de las fronteras. Abascal manifestó la semana pasada que seguirán defendiendo su mensaje «sin ningún tipo de miedo, a pesar de las manipulaciones y de las amenazas gubernamentales».