
Crema solar
Verano
¿Puedo usar la crema solar del año pasado?
Con la llegada del verano, toca sacar del armario las cremas solares pero, ¿puedo seguir utilizándolas?
Llega el verano. El sol comienza a hacerse notar y son muchos los que tratan de aliviar el calor con escapadas a la piscina o a la playa. En estos lugares, el uso de crema solar es indispensable, ya que nuestra piel permanece expuesta a los rayos ultravioleta, que pueden llegar a ser muy perjudiciales. Pero, ¿puedo utilizar el protector solar que me sobró del año pasado?
Tal y como indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mayoría de las veces, si miramos en el etiquetado de la crema solar, podremos encontrar la información referente a durante cuánto tiempo esta es eficaz. Normalmente, estos protectores no deben usarse después de un año de su apertura.
¿Caduca el protector solar?
Los protectores solares son considerados productos cosméticos, por lo que deben ajustarse a los requisitos establecidos en una normativa europea específica. Esta regulación establece que la vida útil de estos productos debe indicarse en la etiqueta de una de las siguientes formas:
- Mediante una fecha de caducidad, que es obligatoria cuando la vida útil mínima del producto es inferior a 30 meses.
- O bien mediante el PAO (Period After Opening), es decir, el período durante el cual el producto puede utilizarse de forma segura tras su apertura. Este dato se representa con el símbolo de un tarro abierto acompañado de un número que indica los meses de uso recomendados.
En la mayoría de los cosméticos, lo habitual es encontrar el PAO, que suele ser de 12 meses, aunque en algunos casos puede reducirse a 9 o incluso 6 meses.
Cuando no se indica una fecha de caducidad explícita, se entiende que el fabricante garantiza que el producto tiene una vida útil mínima de más de 30 meses.
La realidad de las cremas solares
La OCU ha llevado a cabo un análisis para conocer si realmente se pierde la eficacia de las cremas solares un año después de su apertura. Para ello, eligieron un total de ocho productos, seis de SPF 30 y dos de 50+.
Estos protectores solares fueron sometidos a diferentes situaciones para simular lo que sucede en un periodo de vacaciones de unas dos semanas. Unos 14 meses después de la apertura, los resultados fueron los siguientes:
Dos de los productos presentaban alteraciones evidentes a simple vista: uno mostraba una parte de la crema completamente reseca, mientras que en el otro se observaba una separación de fases que indicaba un cambio notable en la textura. En los demás productos no se apreciaron modificaciones visibles.
En cuanto a la eficacia protectora, 6 de las 8 cremas superaron la prueba con resultados muy satisfactorios, manteniendo tanto el nivel de protección frente a los rayos UVB (SPF 30 o 50+) como frente a los rayos UVA, tal como se indicaba en sus etiquetas. Sin embargo, en dos casos se detectó una disminución en la protección contra los rayos UVB. Una de estas cremas correspondía a la que mostraba alteraciones en su consistencia, mientras que la otra, a pesar de no mostrar signos externos de deterioro, había perdido efectividad.
Así, en general, si después de un año no se notan cambios en el olor, el color o la consistencia de la crema, podrás seguir utilizándola.