Un estudio explica por qué los aparentemente sanos también sufren eventos cardiovasculares
La razón por la que personas sanas sufren infartos e ictus, según los científicos
Los investigadores han hallado la causa silenciosa de estos episodios, que suele aparecer a partir de una edad concreta
Las afecciones cardiovasculares engloban un amplio abanico de trastornos, que pueden presentarse como hipertensión, cardiopatía isquémica, patologías en las válvulas cardíacas, accidentes cerebrovasculares o alteraciones en el ritmo del corazón, como las arritmias. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, estas enfermedades provocan anualmente la muerte de más de 17 millones de personas en todo el planeta. Sin embargo, los cardiólogos saben desde hace tiempo que hasta la mitad de todos los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares ocurren entre individuos aparentemente sanos que no fuman y no están sufren estos «factores de riesgo modificables estándar».
Precisamente, la detección del riesgo cardiovascular en quienes carecen de estos indicadores –denominados «SMuRF-less»– se ha convertido en uno de los retos más persistentes de la cardiología preventiva, especialmente en el caso de las mujeres, un grupo frecuentemente infradiagnosticado y con tratamientos insuficientes.
En este contexto, una nueva investigación desarrollada por científicos del Mass General Brigham, con base en los datos del Women’s Health Study, aporta una herramienta prometedora: la proteína C reactiva ultrasensible (PCRus o hsCRP, por sus siglas en inglés), un marcador de inflamación. Este biomarcador, según los hallazgos, podría permitir identificar a mujeres con riesgo cardiovascular elevado que escapan a los actuales modelos predictivos.
El Dr. Paul Ridker, cardiólogo especializado en prevención del Instituto Cardiovascular del Hospital General Brigham de Massachusetts explica: «Las mujeres que sufren infartos y accidentes cerebrovasculares, pero no presentan factores de riesgo modificables estándar, no se identifican mediante las ecuaciones de riesgo que utilizan los médicos en la práctica diaria» y añade: «Sin embargo, nuestros datos muestran claramente que las mujeres aparentemente sanas que presentan inflamación tienen un riesgo considerable a lo largo de su vida. Deberíamos identificar a estas mujeres a partir de los 40 años, cuando pueden iniciar la atención preventiva, no esperar a que la enfermedad se instale a partir de los 70, cuando a menudo es demasiado tarde para lograr un cambio real».
Asñi afecta la proteína C reactiva
El estudio analizó a 12.530 mujeres inicialmente sanas sin presencia de factores de riesgo modificables estándar, a quienes se les midió la proteína C reactiva ultrasensible al inicio del seguimiento. Durante un periodo de observación de 30 años, las participantes con niveles de PCRus superiores a 3 mg/L —indicativo de inflamación— mostraron un riesgo un 77 % mayor de desarrollar enfermedad coronaria, un 39 % más de sufrir un accidente cerebrovascular y un 52 % más de padecer algún evento cardiovascular grave a lo largo de su vida, en comparación con las mujeres sin inflamación.
De forma complementaria, los investigadores analizaron datos procedentes de ensayos clínicos aleatorizados, que evidencian que las personas sin SMuRF pero con inflamación pueden reducir en un 38 % su riesgo de infarto y accidente cerebrovascular mediante el uso de estatinas.
«Si bien las personas con inflamación deben iniciar de forma agresiva medidas preventivas en cuanto a estilo de vida y comportamiento, la terapia con estatinas también podría desempeñar un papel importante para ayudar a reducir el riesgo entre estas personas», concluyó Ridker.