El pescado barato y saludable que se ha vuelto a poner de moda en España

El pescado es un alimento fundamental en la dieta, sin embargo, debido a su rápida descomposición, históricamente ha resultado imprescindible desarrollar métodos de conservación. Muchas de estas técnicas tradicionales –como el salado, el ahumado o el secado– aún se emplean en la actualidad.

El objetivo principal sigue siendo el mismo: prolongar la vida útil del pescado sin comprometer su calidad ni sus propiedades nutricionales. Estos procesos permiten que el consumo de pescado sea más seguro y accesible, al tiempo que contribuyen a reducir el desperdicio alimentario.

Ahora, un nuevo estudio ha cuantificado los nutrientes esenciales presentes en el pescado secado al sol y ahumado, y muestra su enorme potencial. La investigación internacional, liderada por la Universidad de Lancaster ofrece la primera evidencia sólida de que el pescado seco aporta una cantidad significativa de nutrientes recomendados, especialmente para mujeres y niños, lo que resalta su papel en la seguridad alimentaria global.

Gran poder nutritivo

El análisis de 19 especies reveló que el secado y el ahumado concentran los nutrientes en porciones más pequeñas y duraderas. Esto convierte al pescado seco en una fuente aún más densa de minerales clave como hierro y zinc, en comparación con el pescado fresco.

Incluso en pequeñas cantidades, este alimento puede cubrir más del 15 % de la ingesta diaria recomendada de calcio, hierro, yodo, selenio, zinc y vitaminas B12 y D. Las especies marinas secas y ahumadas resultan especialmente ricas en hierro y ácidos grasos omega-3, mientras que las de agua dulce destacan por su aporte de calcio y zinc.

Los investigadores sugieren que, gracias a su riqueza en omega-3, yodo y selenio, el pescado seco podría usarse en polvo para fortificar comidas infantiles y combatir la desnutrición.

El Dr. James Robinson, de la Universidad de Lancaster, subraya que el valor del pescado seco había sido «subestimado y ocultado», pese a que constituye un recurso asequible, nutritivo y de fácil conservación y transporte, fundamental para comunidades vulnerables.