
Uno de los ejemplos de joya elaborada con leche materna, de Begoña Prats
Tendencias
Joyas hechas con leche materna o cenizas de difuntos, una moda en auge
Adquiridas en el 95 % de los casos por mujeres, estas creaciones buscan perpetuar momentos vividos en recuerdos tangibles
Se dice que los buenos recuerdos son lo que mantienen vivos tiempos pasados o seres queridos ya fallecidos. Y es justo con este objetivo con el que ha nacido una moda que cada año suma más adeptos: joyas hechas con leche materna, para rememorar el periodo de lactancia, o las creadas a partir de las cenizas de un difunto.
En España la idea partió en 2016 de la mano de una joven emprendedora, Anaïs, que decidió abrir en el país este negocio que ya daba sus primeros pasos en el mercado internacional. Tras unos primeros meses de investigación, la empresaria inauguró Recuerdos con Alma, en honor a su hija recién nacida, convirtiéndose en la pionera. Seis años después, el boca a boca ha hecho que sus joyas sean tendencia y haya más negocios como el suyo, abasteciendo la creciente demanda española. Pese a que la moda sigue siendo en parte desconocida por la sociedad, Anaïs asegura que están «triplicando ventas de un año para otro».
La pandemia de la covid también ha influido. «El volumen de pedidos de joyas hechas con ceniza se ha incrementado muchísimo en comparación con la demanda que había antes de la pandemia», explica la empresaria. Así, todas las creaciones son únicas, hechas a mano en plata de ley. «Y se diferencian mucho de las que ofrecen en las funerarias», comenta.
No obstante, Anaïs considera que el aumento de las ventas en estos dos últimos años se debe también a la influyente tendencia que estas alhajas están adquiriendo, sobre todo entre las mujeres, quienes suponen el 95 % de la clientela.
Un anillo de circonitas con cenizas de difunto encapsuladas
Junto a la leche materna y a las cenizas existen otras tendencias que confluyen. «Muchas clientas me piden que incluya en la joya de leche materna pelito del bebé, parte del cordón umbilical o la placenta y hacen un mix», indica. En realidad, cualquier recuerdo que pueda encapsularse es candidato para convertirse en joya.
«También trabajamos con los dientes de leche y nos han hecho pedidos para encapsular las primeras uñitas, las flores secas de un ramo que ha sido importante o la arena que una persona ha cogido de un viaje que ha sido especial», enumera.

'Charm' con pelito de dos hermanos
Mascotas
A las joyas hechas con pelito de recién nacido se suman las de pelito de mascota, como los perros. «En este caso no necesariamente las mascotas han fallecido, en muchos pedidos son perros a los que se quiere mucho y que siguen vivos», cuenta.
En cuanto a los formatos de joya más demandados, los charms ganan frente al resto. «Imagino que es por el hecho de ser una joya unisex, que la puedes poner en pulsera o colgante y además sirve para en el futuro regalarla a los hijos», argumenta Anaïs.