Las mascarillas resisten en Madrid pese al fin de su obligatoriedad
Coronavirus
¿Cuándo se quitan las mascarillas en interiores? Así tendrá que estar la incidencia
Virólogos y epidemiólogos coinciden en que no hay que arriesgarse porque el virus sigue circulando
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No es el momento oportuno para eliminar el uso de las mascarillas en interiores, es la medida que más debemos retrasar. Virólogos y epidemiólogos coinciden en que no hay que arriesgarse porque el virus sigue circulando y en Carnavales y Semana Santa es esperable un pequeño repunte a pesar de la vacunación y de las medidas propuestas por el Ministerio de Sanidad.
Así lo explica Lorenzo Armenteros, médico de familia y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, que considera que aún siendo el elemento que más nos une y nos recuerda la pandemia, debemos tener mucho cuidado en como irla abandonando.
Esta relajación de medidas surge a raíz de la propuesta que realizaron los pediatras de abandonar las mascarillas en el interior de los colegios. El epidemiólogo y coordinador del trabajo de Reapertura de la Escolarización de la AEP, Quique Bassat, es «uno de los culpables del documento», y explica que «es el momento justo para llevar a cabo esta medida, pero solo en los colegios».
Armenteros apoya la opinión de Bassat y añade que «el colegio es un medio controlado con un número determinado de niños y con una separación entre ellos». El contagio entre niños se ha demostrado que no ha sido de los más perjudiciales ni elevados.
Extrapolar esta medida al medio general tiene sus riesgos, ya que para poder hacerlo «tienen que darse unas condiciones de terminadas». El abandono de mascarillas, según Armenteos, tiene que ser paralelo al número de positivos por coronavirus: «Cuando no existan prácticamente contagios podremos hablar de la desaparición de las mascarillas». Además, el médico de familia no cree que desaparezca la mascarilla del todo: «La posibilidad de vivir con otras pandemias nos va a hacer convivir con ella en varias ocasiones».
La incidencia debe ser inferior a 50 casos
Para el epidemiólogo Bassat, la eliminación de las mascarillas en interiores no debe hacerse de forma precipitada, hay que esperara que la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en 14 días esté por debajo de 50 casos. Por lo que, según prevé, es posible que lleguemos a esas cifras en primavera.
Lo mismo opina Armenteros, que además, añade que «el nivel de transmisión debe ser también muy bajo y que las variantes que vayan surgiendo sean igual de leves o menos que ómicron».
Hay varias medidas que deberían formar parte de nuestra cultura sanitaria, de nuestra educación sanitaria y de nuestra responsabilidad sanitaria
La medida de retirar las mascarillas en interiores no es la única que preocupa a los expertos, ya que hay factores que pasan desapercibidos y son igual de importantes: «Hay varias medidas que deberían formar parte de nuestra cultura sanitaria, de nuestra educación sanitaria y de nuestra responsabilidad sanitaria. En la cultura oriental en el momento que saben que son positivos se colocan una mascarilla quirúrgica y se aíslan de todos», comenta el portavoz.
Los expertos llaman a los ciudadanos a conocer los diferentes tipos de mascarilla, saber cuál es la apropiada en cada momento y comprender cómo está el nivel de inmunidad o el riesgo que supone el contagiado para las personas que están a su alrededor.
La ventilación es una medida anticovid que no se estila
«Nos falta mucho todavía, y sobre todo desarrollar el cambio de la cultura de la ventilación». Se sabe que la mascarilla protege, pero, según los expertos, se sabe que otro de los factores que más protege es la buena ventilación.
Los lugares donde haya una gran acumulación de gente que tengan un mecanismo fácil de contagio, como pueden ser los estadios de fútbol, hay que intentar seguir usando mascarillas, fomentar la ventilación y no hacer aquellas posibles acciones que provoquen aerosoles.
«Si queremos que el futuro sea diferente, y preparar el terreno para futuras pandemias, se debe trabajar sobre esa línea, educar a la sociedad. Los locales donde haya mucha gente tendrán que tener filtros adaptados para que se disipase la escasa transmisión de los virus», explicaba Armenteros.
En las culturas orientales es muy típico ver piscinas llenas de gente, en un momento determinado suena una piscina y todo el mundo tiene que salir por si acaso hay alguien ahogado y no se han dado cuenta.
Lo mismo, según el portavoz, debe pasar con la situación de coronavirus: «A lo mejor tenemos que implantar disciplinas de aireación. Por ejemplo, en las discotecas. En momentos determinados, si seguimos el modelo oriental, se debería parar todo durante cinco minutos y que se formase una especie de huracán momentáneo de movilización y separación del aire. Esto evitaría muchos contagios», comenta.
Aún falta mucho por hacer
El uno de febrero Dinamarca decidió eliminar la totalidad de sus restricciones. Las cifras de todos los indicadores están desbordadas. Las hospitalizaciones y muertes cada vez aumentan más, cifras que nunca antes habían vivido.
La autoridad sanitaria lo que tiene que proteger a la población no proteger la economía o la política
«Han tirado la toalla. No lo han hecho cuando debían ni como debían», comenta el médico de familia. «Lo han hecho simplemente por un criterio político, y esto ayuda a ver que no se puede delegar todo al ciudadano, el Gobierno tiene que seguir tomando esas medidas», añade.
El fin de la desaparición de las mascarillas en interiores es un futuro al que aspiran la mayor parte de los ciudadanos, pero, según explican los expertos, para llegar a ese nivel, el futuro debe ser lo suficientemente seguro para que se pueda hacer con garantía: «Estas medidas se tienen que tomar con evidencias y con garantías de seguridad, porque verdaderamente la autoridad sanitaria lo que tiene que proteger a la población no proteger la economía o la política», concluye.
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