Hospital Universitario Cruces que forma parte de la OSI Ezkerraldea Enkarterri Cruces y pertenece a Osakidetza
La sanidad vasca amonesta a un pediatra de paliativos por atender a una niña terminal fuera de su horario
El profesional, toda una eminencia, acudió al domicilio de una menor de cuatro años enferma de cáncer fuera de su jornada laboral
La plataforma 'Echamos de Menos', formada por asociaciones centradas en el acompañamiento al final de la vida, ha denunciado públicamente la amonestaciónpor parte de Osakidetza –el servicio sanitario público vasco– a un pediatra del Hospital de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya), por atender, fuera de su jornada laboral y utilizando recursos públicos, a una niña de cuatro años en fase terminal. Se trata del doctor Jesús Sánchez Etxaniz, un referente en cuidados paliativos pediátricos en el País Vasco, quien ha manifestado su frustración: «Estoy enfadado, rabioso y decepcionado», según declaró en conversación con El Correo.
La reprimenda ha generado un profundo malestar entre familias y asociaciones, que advierten sobre la precariedad en la que se encuentra este tipo de atención en País Vasco. Desde la plataforma aseguran que no se trata de un caso aislado, sino del reflejo de una «estructura institucional que no protege ni a los cuidados paliativos ni a quienes los ejercen». Por ello, han remitido un escrito a la consejería de Salud del Gobierno vasco, reclamando soluciones urgentes.
El problema de fondo, denuncian, es que los cuidados paliativos pediátricos domiciliarios solo están formalmente disponibles de lunes a viernes, entre las 8:00 y las 15:00 horas. Sin embargo, en la práctica, médicos y enfermeras acuden cuando se les necesita, sin remuneración ni respaldo legal. «Lo hacen por humanidad», apuntan numerosas familias.
Uno de esos testimonios es el de Nereida y David, padres de Ekai, un niño fallecido en 2021 tras ser diagnosticado con cáncer a los siete meses. Durante los tres últimos meses de su vida, el equipo de paliativos estuvo a su lado constantemente, incluso en festivos y noches. «El día de Reyes vinieron a las nueve de la noche. No tenían obligación, pero estaban ahí para nosotros a cualquier hora», explican. Para ellos, poder despedirse en casa, con calma y acompañamiento, fue un regalo.
Jesús Sánchez, con más de una década entregado a esta labor, insiste en no centrar la atención en su figura. Afirma que siempre han actuado así, sin recibir advertencias previas, hasta que recientemente dos enfermeras fueron requeridas por sus superiores por intervenir durante la madrugada. Cuando él mismo pidió explicaciones, le respondieron que cualquier intervención fuera del horario oficial quedaba bajo su propia responsabilidad, sin cobertura por parte de Osakidetza.
La indignación crece porque, además del valor humano de esta atención, los profesionales insisten en que el coste económico del servicio es «mínimo».