Los datos que Igualdad oculta sobre la violencia vicaria: «Hay 26 niños que no cuentan como víctimas»

Recientemente, el Gobierno que lidera Pedro Sánchez aprobó en el Consejo de Ministros el anteproyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de violencia vicaria, que tipifica la violencia vicaria como delito autónomo con agravante de género y contempla penas de hasta tres años de prisión.

Así, se ha establecido que la violencia vicaria es «aquella violencia que, con el objetivo de causar dolor o sufrimiento a las mujeres, puede ejercerse sobre: los hijos e hijas o descendientes, personas menores de edad sujetas a su tutela o guarda y custodia, los ascendientes o hermanos y hermanas de ésta, así como su pareja o anteriores parejas, aunque no exista convivencia».

Aunque el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez, y en concreto la cartera de Redondo, se llena la boca hablando sobre dar respuesta «a todas las víctimas», la realidad es que esta ley solo afectará a los hombres que ejerzan la violencia vicaria, no a las mujeres.

Desde ANAVID, Asociación Nacional de Ayuda a Víctimas de Violencia Doméstica, sostienen que «el único objetivo que tiene este anteproyecto de ley es dejar plasmado como ha dicho la ministra de igualdad Ana Redondo, que las mujeres no pueden cometer violencia vicaria».

En el año 2022, según datos del Ministerio de Igualdad, se asesinaron a dos niños a manos de su padre. Según noticias encontradas por ANAVID, fueron 13 los menores asesinados, ya sea a mano de sus madres, sus padres o a manos de algún familiar cercano. En el año 2024, el Ministerio de Igualdad contabilizó 9 niños asesinados a manos de su padre. Según esta entidad, fueron asesinados 35 niños. «Esos niños no son contabilizados como víctimas, y no tienen minuto de silencio», lamentan.

«¿Se dan cuenta de que el interés de este Ministerio de Igualdad no es la de proteger a los niños? La realidad es que quieren separar a los niños de los padres a través de la ley integral de violencia de género, quieren destruir al hombre y a la familia, y llegado el momento, que los niños pasen a ser del Estado. Porque cuando una madre no puede mantener a su hijo, entra en la rueda de pedir ayudas y caen en manos del Estado», expresan desde ANAVID.