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En la Antártida, el registro del hielo marino de abril fue la quinta marca más bajaGTRES

Calentamiento global

El deshielo marino dispara la amenaza del calentamiento global sobre el Ártico y la Antártida

Las estaciones científicas de la Antártida Oriental registraron temperaturas sin precedentes de hasta 40 grados centígrados por encima de la media del mes

Las regiones polares se enfrentan a desafíos emergentes. El cambio climático está afectando a todo el mundo, pero es especialmente pronunciado en los polos.
La extensión del hielo marino de la Antártida en abril pasado se situó un 13 % por debajo de la media de 1991-2020, mientras en el Ártico fue un 2 % inferior con respecto al mismo periodo de referencia, según el servicio europeo Copernicus.
En la Antártida, el registro del hielo marino del pasado mes de abril fue la quinta marca más baja, junto con 2006 y 2018, en los 44 años de registros por satélite, siendo los mares de Ross, Amundsen y Weddel septentrional las zonas de concentración de hielo por debajo de la media.
En el Ártico, el hielo marino registrado en abril pasado se situó entre los diez registros más bajos, según un comunicado del servicio europeo.
Los datos que proporcionó Copernicus el mes de abril publicaron que a nivel mundial ese mes fue el sexto mes más cálido desde que se tienen registros.
En gran parte de Europa se acercaron a los valores medios del periodo 1991-2020. No obstante, los valores fueron inusualmente altos desde el noroeste de África, Oriente Medio hasta el centro y sur de Asia.
En Pakistán y norte de India, las temperaturas previas a los monzones fueron extremadamente altas.
El director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), Carlo Buontempo, señalaron que «aunque es demasiado pronto para evaluar en qué medida ha contribuido el cambio climático a la ola de calor extremo que afectó a zonas de la India y Pakistán a finales de abril, el aumento de las temperaturas mundiales suele incrementar la probabilidad de que se produzcan olas de calor».
Los promedios de área para las temperaturas de la región europea se aplican exclusivamente a la superficie terrestre, según Copernicus, mientras los promedios de temperatura de zona en la región ártica corresponden a todas las áreas al norte del paralelo 66 norte.
Según la nota, el C3S, siguiendo la recomendación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), utiliza el periodo de los últimos 30 años para calcular las medias climatológicas, y cambió el periodo de referencia de 1991 a 2020 desde 2021.

Temperaturas de hasta 40 grados en la Antártida

Durante la tercera semana de marzo, las estaciones científicas de la Antártida Oriental registraron temperaturas sin precedentes de hasta 40 grados centígrados por encima de la media del mes, según informó la Organización Meteorológica Mundial.
La estación rusa Vostok, situada en el centro de la meseta de hielo antártica, alcanzó un máximo provisional de -17,7 grados centígrados, pulverizando el anterior récord de -32,6. Situada a 3420 metros de altitud, tiene el récord oficial de temperatura más baja del mundo: -89,2 grados, según registra el Archivo de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la Organización.
La estación de investigación italo-francesa Dome Concordia, situada también en el altiplano, registró la temperatura más alta de su historia en cualquier mes, unos 40° por encima de la media de marzo. Solo un día antes, las estaciones meteorológicas habían registrado lluvias en las zonas costeras situadas a mayor altura, e incluso temperaturas muy por encima de los 0 grados.

¿Una señal de alarma?

Justo antes del inicio de la ola de calor, el 15 de marzo de 2022, la plataforma de hielo Conger –del tamaño de Roma o Nueva York– que se encuentra en la Antártida Oriental se desprendió del continente. Los satélites captaron su desplome que ocupó los titulares de todo el mundo.
La OMM ha anunciado que aún es demasiado pronto para determinar las causas del hundimiento, pero que parece poco probable que se deba al deshielo en la superficie. No obstante, a pesar de su pequeño tamaño y la baja repercusión que tendrá a nivel mundial, el desplome de la plataforma de hielo se considera como «otra señal de alarma».
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, desde 1990 las dos principales plataformas de hielo –situadas en Groenlandia y la Antártida– han ido perdiendo superficie poco a poco, y destacan que los mayores datos de pérdidas se aceleraron entre los años 2010 y 2019. Preveen que se siga perdiendo.
«Sin embargo, las recientes temperaturas extremas y el colapso de las plataformas de hielo nos recuerdan que no debemos dar por hecho que la Antártida está protegida», conluyó el doctor Mike Sparrow, director del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas copatrocinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).