El tiburón, en la ría de Arousa
Fauna marina
El enigmático tiburón nunca antes visto en Galicia que murió unas horas después de ser descubierto
Los expertos investigan el fallecimiento de un tiburón solrayo, especie que habita en aguas templadas y tropicales y de la que apenas hay estudios, tras quedar varado en la ría de Arousa
Insólito suceso en la ría de Arousa. Una hembra adulta de tiburón solrayo, una misteriosa especie de escualo de la que apenas se sabe mucho y que habita en zonas de aguas templadas o tropicales, falleció este jueves tras quedar varada en la ensenada de Vilanova, pocas horas después de haber sido avistada. Nadie sabe, por el momento, cómo llego allí, y la necropsia practicada revela que el animal, cuyo estado de salud ya era delicado, llevaba días sin apenas alimentarse.
El suceso tuvo lugar después de que un barco pesquero que faenaba en las inmediaciones de la ría gallega capturara por error al animal con una red y lo reintrodujera poco después en aguas más profundas. El tiburón, de 3,3 metros y unos 300 kilos de peso, trató de volver a mar abierto, pero con la llegada de la bajamar se adentró en la ensenada, donde quedó atrapado.
Tras recibir el aviso, la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), el organismo que monitoriza y vela por la seguridad de estos animales en Galicia, puso en marcha un dispositivo de rescate. Pero fue en vano. La fangosidad del terreno, la falta de luz, y el estado de agitación del tiburón, que según la Cemma «pegaba tremendos latigazos que hacían imposible acercarse para auxiliarlo» hicieron imposible su salvación.
Tampoco ayudó el hecho de que en la zona se congregaran cientos de personas para observar la operación, lo que llevó a las autoridades a desplegar un dispositivo de seguridad «para impedir a la gente acercarse» y evitar así «daños mayores». En torno a las 23.30 horas, el animal acabó muriendo, por lo que se procedió a su retirada con la ayuda de una pala excavadora para practicársele la necropsia correspondiente al día siguiente.
Un tiburón solrayo de un metro
En este sentido, se cree que el tiburón pudo verse perjudicado por la inmovilización a la que fue sometido tras ser atrapado, así como por los daños causados por las redes. Su estado de salud era delicado y su estómago estaba vacío, motivo que, según los expertos, fue posiblemente lo que le llevó a adentrarse en la ría.
Escualo misterioso
El tiburón solrayo o dientes de perro (Odontaspis ferox) es una enigmática especie de la que apenas constan estudios y que habita tanto en aguas templadas del Atlántico y del Pacífico como tropicales (aquellas situadas en torno al ecuador). Hasta ahora, solo había sido avistado en el Mediterráneo y en el Golfo de Vizcaya en territorio español, por lo que la Cemma subraya que se trata de un «hallazgo único» en Galicia.
Pese a su aspecto fiero, se trata de una de las más especies más dóciles de su familia. Algunos de los datos que se conocen sobre él son que apenas ha evolucionado a lo largo de la historia, que basa su dieta en peces pequeños, crustáceos y cefalópodos y acostumbra a vivir en fondos arenosos. Una de sus características más singulares es que las hembras preñadas acostumbran a subir a la superficie con las aletas desflecadas y en estado de ingravidez. Además, no suele sobrevivir tras ser capturado (y así ha sido en este caso) y se encuentra en situación de estado vulnerable, según la lista roja internacional de especies amenazadas.
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