Los lobos acaban con el ganado ante la mirada impotente de los vecinos
Tensión en el PSOE
El gobierno socialista de Asturias, molesto con el ministerio de Ribera a cuenta de los lobos
El ejecutivo autonómico se enfrenta al central por la exclusión del cánido del listado de especies protegidas
Adrián Barbón, presidente del Principado: «No me duelen prendas en discrepar de gente que comparte militancia»
Los últimos acontecimientos y datos relacionados con el lobo en Asturias han provocado malestar en el Principado. A los resultados del censo –que certifican el incremento del número de manadas o grupos con respecto a los del año anterior– se une uno de los últimos sucesos, en el que un pastor de 17 años se tuvo que subir a un árbol para no ser devorado por estos animales.
Este es solo el último de los incidentes en el Principado en el que están involucrados los lobos, que cada vez con más asiduidad acuden a lugares poblados para acabar con el ganado ante la mirada impotente de los vecinos.
Esta preocupación se ha elevado ya a las instituciones y comienzan a incrementar aún más las tensiones ya existentes en torno a este tema entre el Gobierno del Principado –presidido por el socialista Adrián Barbón– y el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) –pilotado por la también socialista y vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera–.
La semana pasada, la directora de Biodiversidad del Miteco, María Jesús Rodríguez, se reunió con el gobierno asturiano, así como con organizaciones agrarias y ganaderas como COAG y Asaja. En ese encuentro, tal y como informó La Nueva España, el ministerio de Teresa Ribera les trasladó que los datos actuales de población que manejan no indican que haya que cambiar nada respecto al lobo y apuestan más bien por destinar ayudas a prevención de ataques y compensaciones por daños.
Algo que vecinos, ganaderos y representantes asturianos han interpretado como una tomadura de pelo, más cuando cada semana la prensa regional se llena de sucesos protagonizados por esta especie.
Barbón discrepa con el Gobierno central
La semana pasada, el presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, no dudó en mojarse y en criticar a su propio partido por mantener la protección al lobo, ignorando las demandas de las comunidades afectadas: «A mí no me duelen prendas en discrepar de gente que comparte militancia conmigo. Algunos están en la cofradía del lamento, pero nosotros estamos en la de la exigencia. Hay diferencia», comentaba el presidente, según recoge el periódico regional.
Barbón defiende el anterior plan de gestión, que «funcionaba bien» y en el cual el lobo no era especie cinegética, sino que estaba controlado y se consiguió que conviviera con la ganadería. Por ello, el socialista dice reiterar «de forma machacona» que mantener el lobo en el listado de especies protegidas (Lespre) –medida que se adoptó en 2021– es «un error».
PSOE e IU «humillan» a los ganaderos
Desde COAG consideran que el Miteco les miente «constantemente» y no ve probable que el gobierno de España «haga algo»: «Que alguien que fue Alcalde de Lena, un concejo ganadero, no quiera ayudar al sector dice poco de él», dice Mercedes Cuadrado, líder del sindicato agrario en la región, en referencia a Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente.
El colectivo Asturias Ganadera acusa directamente al presidente del Principado y a su socio de gobierno, Izquierda Unida (IU), de «humillar» a los ganaderos. Señalan que ese menosprecio se produjo el mes pasado en la Junta General del Principado de Asturias, cuando se votó una moción del PP para exigir la salida del lobo de la lista de especies protegidas.
«Los ganaderos asistentes fueron humillados cuando la portavoz del PSOE, Alba Álvarez, y las diputadas Delia Campomanes (IU) y Covadonga Tomé (ex de Podemos) defendieron la negativa a votar a favor de sacar al lobo del Lespre, mientras el Presidente remataba la humillación abandonando la sala cuando comenzó a debatirse este tema», han criticado.
Igualmente, se han referido desde el colectivo al incidente que sufrió un joven ganadero de Santianes, en Cangas de Onís, ante el ataque de un lobo. «El animal no tiene la culpa de ser capaz de amenazar o agredir a una persona, se trata de un depredador que defiende con violencia su presa. La responsabilidad es de algunos humanos, empezando por Barbón y llegando hasta el gobierno de Pedro Sánchez, porque la inclusión del lobo en el Lespre ha disparado su población y le ha permitido ocupar áreas muy humanizadas donde los riesgos de este tipo de encontronazos aumentan», han advertido desde Asturias Ganadera.
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