El enorme volumen coloca a este evento entre los tres más grandes de su tipo jamás documentados
Los satélites de la ESA y la NASA envían la primera imagen conjunta del derretimiento de Groenlandia
Entre 2010 y 2023, la capa de hielo de la isla se redujo en promedio 1,2 metros, con un adelgazamiento cinco veces mayor en el borde de la capa de hielo, conocido como zona de ablación
Un equipo internacional de investigación, que incluye académicos de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), ha empleado datos satelitales para estudiar los cambios en el espesor de la capa de hielo de Groenlandia. Este análisis, publicado en Geophysical Research Letters, demuestra que las mediciones de los satélites CryoSat-2 de la ESA e ICESat-2 de la NASA coinciden en un 3 % en la evaluación del cambio de elevación del hielo. Este hallazgo confirma que la combinación de ambos satélites puede proporcionar estimaciones más fiables sobre la pérdida de hielo que las obtenidas individualmente. Además, garantiza que si una misión fallara, la otra podría mantener el registro del cambio en el hielo polar.
El calentamiento global está acelerando el derretimiento y flujo de la capa de hielo, elevando el nivel del mar y alterando patrones climáticos globales. Por ello, las mediciones precisas de su forma cambiante son cruciales para monitorizar y adaptarse a las consecuencias del cambio climático. En este contexto, los científicos han logrado las primeras mediciones conjuntas del cambio en el espesor de la capa de hielo de Groenlandia usando CryoSat-2 e ICESat-2. Aunque ambos satélites emplean altímetros, utilizan tecnologías diferentes: CryoSat-2 emplea un sistema de radar capaz de atravesar nubes, mientras que ICESat-2 utiliza un sistema láser más preciso en superficies despejadas. Estas diferencias hacen que ambas misiones sean complementarias, un objetivo largamente buscado en la ciencia polar.
Entre 2010 y 2023, la capa de hielo de Groenlandia se redujo en promedio 1,2 metros, con un adelgazamiento cinco veces mayor en el borde de la capa de hielo, conocido como zona de ablación. Allí, el adelgazamiento alcanzó los 6,4 metros de promedio. En glaciares de salida, como el Jakobshavn Isbræ y el Zachariae Isstrøm, el adelgazamiento máximo fue de 67 y 75 metros, respectivamente. Durante el período de estudio, Groenlandia perdió un total de 2.347 kilómetros cúbicos de hielo, suficiente para llenar el lago Victoria. Los mayores cambios se produjeron en 2012 y 2019, años marcados por veranos extremadamente cálidos que ocasionaron pérdidas anuales superiores a 400 kilómetros cúbicos.
Además de contribuir al aumento del nivel del mar, el derretimiento de Groenlandia afecta la circulación oceánica global y altera los patrones climáticos, con impactos significativos en ecosistemas y comunidades a nivel mundial. Por ello, disponer de datos actualizados y precisos sobre los cambios en el hielo es esencial para preparar y mitigar los efectos del cambio climático.
El estudio también destaca la campaña Cryo2ice, una colaboración entre la ESA y la NASA iniciada en 2020. Al sincronizar las órbitas de CryoSat-2 e ICESat-2, los científicos pudieron recopilar datos casi simultáneos de radar y láser, logrando una precisión sin precedentes en la medición del espesor del hielo.
Nitin Ravinder, investigador del CPOM y autor principal del estudio, celebró la complementariedad de los datos: «Esta combinación ofrece estimaciones mejoradas del volumen y la masa de la capa de hielo, cruciales para entender el aumento global del nivel del mar». Tommaso Parrinello, director de CryoSat, y Thorsten Markus, científico de ICESat-2, coincidieron en que la colaboración marca un avance tecnológico y científico significativo, preparando el camino para futuras misiones como CRISTAL. Con estas iniciativas, la ciencia polar avanza hacia una comprensión más precisa y efectiva del cambio climático global.