Fundado en 1910
Un grupo de bañistas practican con piraguas y tablas de paddle surf este miércoles en la playa de la Concha de San Sebastián

Un grupo de bañistas practican con piraguas y tablas de paddle surf este miércoles en la playa de la Concha de San SebastiánEFE

Confirman la presencia de una microalga «potencialmente tóxica» en la bahía de La Concha

Es capaz de producir toxinas que pueden causar síntomas leves en humanos como fiebre, irritación cutánea, tos o problemas respiratorios

Una investigación llevada a cabo por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) ha confirmado la presencia en la bahía de La Concha, en San Sebastián, de la microalga Ostreopsis, clasificada como «potencialmente tóxica». No obstante, los expertos subrayan que su proliferación no implica necesariamente un riesgo para la salud ni constituye motivo de alarma, aunque sí recomiendan mantener un seguimiento constante de su evolución.

El estudio ha sido desarrollado por el grupo de Ecología Fluvial de la UPV-EHU, que ha centrado su análisis en dos puntos concretos del entorno: la playa de Ondarreta, en el extremo occidental, y el sector oriental de La Concha. Según los resultados obtenidos, la microalga tiende a concentrarse con mayor intensidad en Ondarreta. La principal razón es la naturaleza del fondo marino, caracterizado por una abundante presencia de rocas y macroalgas, un entorno ideal para el desarrollo de estos organismos.

«El fondo de Ondarreta está completamente cubierto por rocas de diferentes tamaños donde hay una gran cantidad de macroalgas, que son uno de los lugares favoritos de la Ostreopsis para crecer», ha explicado el investigador Yago Laurenns Balparda, uno de los responsables del proyecto. En contraste, ha señalado que en La Concha predomina un sustrato arenoso con escasas zonas rocosas y una menor cobertura de macroalgas, lo que dificulta la proliferación del alga.

Pese a su origen tropical, esta microalga ha encontrado en la costa vasca un nuevo hábitat propicio debido al calentamiento de las aguas. Desde que fuera detectada por primera vez en el Golfo de Bizkaia en 2007, su presencia ha pasado de ser anecdótica a habitual, especialmente durante los meses de verano.

Algunas especies de Ostreopsis, como la ovata, que ha sido identificada en este estudio en aguas de La Concha, son capaces de producir toxinas que pueden causar síntomas leves en humanos como fiebre, irritación cutánea, tos o problemas respiratorios. Sin embargo, los investigadores insisten en que una elevada concentración de esta microalga no implica necesariamente un peligro directo para los bañistas. De hecho, a pesar de la elevada presencia detectada durante los veranos de 2022 y 2023, no se registraron episodios de intoxicación en las playas donostiarras.

«Su alta presencia no significa que el baño sea peligroso», ha afirmado la universidad en un comunicado difundido este viernes, en el que también se insiste en la importancia de continuar con las mediciones para garantizar un control efectivo de la situación.

Los casos documentados de afectaciones por Ostreopsis en la región son escasos. En 2020 se notificaron los primeros en el País Vasco francés, y un año más tarde se reportaron incidentes en San Sebastián, aunque aislados.

El trabajo del laboratorio de fitoplancton de la UPV-EHU no solo ha permitido confirmar la abundancia de esta microalga en la zona, sino también identificar factores determinantes para su propagación. Entre ellos, el tipo de sustrato se ha revelado como uno de los más relevantes, por encima de variables como temperatura del agua, salinidad, corrientes o viento, que apenas presentan diferencias entre las dos áreas estudiadas.

La conclusión principal del equipo científico es que la vigilancia debe mantenerse, especialmente ante el posible incremento de floraciones de Ostreopsis en los próximos veranos. No obstante, insisten en que la población puede mantener la calma y disfrutar del baño, siempre y cuando las autoridades sanitarias continúen evaluando la situación con rigor.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas