
Dos ejemplos de anuncios retirados por Wallapop
Escándalo en Wallapop ante la retirada indiscriminada de anuncios de la Nintendo Switch 2 sin explicaciones
La plataforma no explica a los usuarios el motivo ni les permite defenderse, una práctica habitual en los últimos meses
El pasado 5 de junio, el esperado lanzamiento de la Nintendo Switch 2 no solo colapsó servidores y agotó existencias en cuestión de minutos, sino que también provocó un fenómeno curioso en el mercado de segunda mano.
La plataforma Wallapop, habitual punto de encuentro entre compradores y vendedores de tecnología, vivió un inusual pico de actividad que ha derivado en polémica. Decenas de usuarios que habían adquirido la consola en preventa intentaron revenderla a precios superiores a su valor original, lo que desató una ola de denuncias por parte de otros usuarios y desencadenó la retirada masiva de anuncios por parte de la plataforma.

Anuncios Nintendo Switch 2 en Wallapop
Según han podido constatar El Debate, durante el mismo fin de semana del lanzamiento comenzaron a aparecer en Wallapop anuncios de la nueva Nintendo Switch 2, en su mayoría correspondientes al modelo básico sin juego, cuyo precio oficial es de 479 euros. Sin embargo, las publicaciones indicaban cifras que oscilaban entre los 550 y los 700 euros.
La estrategia no es nueva: con cada lanzamiento de un producto de alta demanda y producción limitada en sus primeras semanas, aparecen vendedores que tratan de aprovechar el momento para obtener un margen de beneficio rápido. Lo llamativo, en este caso, no ha sido tanto el precio de reventa —habitual en este tipo de productos tecnológicos—, sino la actuación de Wallapop.
Cancelados
Numerosos usuarios denunciaron que Wallapop eliminó sus anuncios sin previo aviso y sin ofrecer ninguna explicación. Tampoco se les permitió justificar la legalidad del producto ni el cumplimiento de las normas de la plataforma. Según el relato de varios de ellos, los anuncios desaparecieron de sus perfiles y, al consultar con el servicio de atención al cliente, solo obtuvieron respuestas automatizadas o vagas alusiones a «incumplimiento de las normas comunitarias».

Respuesta de Wallapop a un usuario al que retiraron su anuncio
Este tipo de situaciones no son inéditas en Wallapop. La plataforma, una de las más populares en España para la compraventa de segunda mano, actúa con una política de tolerancia cero ante los anuncios denunciados por otros usuarios, incluso cuando no hay pruebas de que se esté infringiendo ninguna ley. En la práctica, basta con que un solo usuario emita una queja para que el anuncio quede eliminado automáticamente. En muchas ocasiones, como denuncian los vendedores más activos, Wallapop no ofrece un mecanismo claro para apelar la decisión ni revisar el contenido eliminado.
Mi anuncio ha desaparecido sin que nadie me diga por qué
«La consola es legal, tengo el ticket de compra, el producto es nuevo y aún no lo he desprecintado, pero mi anuncio ha desaparecido sin que nadie me diga por qué», explica un usuario que publicó su Switch 2 a 620 euros el mismo viernes por la tarde. «Si el problema es el precio, ¿por qué no permiten establecer un máximo en sus normas? Pero no tiene sentido eliminar un anuncio solo porque a otros les moleste».
Presión social
Otros vendedores consultados alegan que la retirada masiva responde más a la presión social que a un incumplimiento real de las normas. Para muchos usuarios, vender la consola a un precio superior al oficial representa una práctica moralmente cuestionable, aunque no necesariamente ilegal. «La Switch 2 no es un bien de primera necesidad. Si no te gustaba el precio en Wallapop, no la compres. Pero reportar por reportar solo estropea el sistema para todos», comenta otro usuario.
Reportar por reportar solo estropea el sistema para todos
En medio del revuelo, Wallapop solo contesta a los usuarios asegurando que el producto está publicado correctamente, pero eso sucede en pocas circunstancias y tras varias eliminaciones previas. En sus condiciones de uso, Wallapop se reserva el derecho de eliminar contenido sin previo aviso si considera que incumple sus políticas internas, aunque no especifica el protocolo seguido ni las garantías que tienen los vendedores.
Por ahora, las consolas siguen agotadas en la mayoría de tiendas oficiales, y los vendedores que aún conservan sus anuncios en pie lo hacen con prudencia: camuflan el modelo, moderan el precio o incluso lo agrupan con otros productos para esquivar los filtros de la plataforma.
En plena campaña de Renta, Wallapop está en el centro de las críticas porque más de 300.000 españoles tienen que rendir cuentas con Hacienda debido a los productos vendidos en esta plataforma. Vender por debajo del precio de compra, años después y con un claro objetivo de economía circular no es suficiente para el fisco que toma estas ventas como incrementos patrimoniales si no pueden justificarse. El enfado llega cuando Wallapop aseguró en los meses previos que «si como particular vendes tus artículos por debajo del precio de compra, es decir, si no estás obteniendo ganancias, estas ventas están libres de impuestos y, por lo tanto, no tendrás que incluirlas en la declaración de la renta».