Excavaciones llevadas a cabo en Betancuria (Fuerteventura) han conseguido documentar los restos originales de la iglesia del convento franciscano de San Buenaventura
Datan los restos de la primera iglesia conventual de Canarias: está en Fuerteventura y es de 1413
La empresa encargada de los trabajos arqueológicos ha asegurado que «aún queda pendiente una gran intervención arqueológica que permita dar continuidad al proyecto de puesta en valor del lugar»
Los trabajos de excavación llevadas a cabo en Betancuria (Fuerteventura) han conseguido documentar los restos originales de la iglesia del convento franciscano de San Buenaventura, fundado a principios del siglo XV y ejemplo de la primera misión conventual existente en Canarias, según han anunciado este jueves sus responsables.
Tibicena, Arqueología y Patrimonio, la empresa encargada de las excavaciones, ha destacado el contraste entre la larga existencia del edificio, con lo poco que se conoce de su fisonomía original o, incluso sobre la forma en la que desapareció. Los investigadores han datado y documentado los que serían los muros originales más antiguos y mejor conservados de los momentos inmediatamente posteriores a la conquista de Canarias, según afirma la nota.
Marco Antonio Moreno, director de las excavaciones, ha explicado que las dataciones realizadas por partida doble en sendos laboratorios de Barcelona y Polonia, han permitido afirmar que se trata de «la iglesia original construida a partir de 1413, algo que certifica, por ejemplo, la datación de la cal con la que se sellaron los muros, que ha quedado constatado que es el original». Además, añade que «esto otorga un gran valor potencial a los restos que aún quedan por excavar».
Excavaciones llevadas a cabo en Betancuria (Fuerteventura) han conseguido documentar los restos originales de la iglesia del convento franciscano de San Buenaventura
En 2018, con la ayuda de la Dirección General de Patrimonio Cultural regional, Tibicena puso en marcha un proyecto de recuperación de un espacio que, en un principio, poco parecía ofrecer, según explica el director de los trabajos. En su última campaña, en 2022 y subvencionada por el cabildo de Fuerteventura, permitió «abrir una importantísima nueva línea de investigación», señala Moreno.
Con las primeras campañas de excavación se documentaron los restos del desaparecido claustro, al igual que diferentes infraestructuras hidráulicas ubicadas en él. De igual forma, se constató la existencia de restos humanos, un hecho que contradecía la creencia popular de que la iglesia había sido vaciada en la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, la mayor sorpresa se obtuvo en el testero de la iglesia, donde se recuperaron restos de muros que parecían datar del siglo XVII, momento en que el templo, según recoge la documentación histórica, se separa del risco para evitar problemas de humedad. En los alrededores surgen otras construcciones que se desarrollaron en paralelo a la actual iglesia conventual, que, en principio, habían sido asociadas a las gavias de la zona.
La suma de estos hallazgos convierte el espacio conventual en un valioso legado de la postconquista de Fuerteventura y, por extensión, de toda la isla, sostiene. Sin embargo, el responsable de Tibicena ha asegurado que «aún queda pendiente una gran intervención arqueológica que permita dar continuidad al proyecto de puesta en valor del lugar». El arqueólogo ha explicado que, en la actualidad, la complejidad del espacio necesita de un planteamiento a más largo plazo que supere las expectativas actuales.
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