
Un agricultor durante la recogida del ajo morado en Castilla-La Mancha
Agricultura
Estas son las diferencias clave entre el agricultor español y el americano
Mientras en España predominan los minifundios que dependen de empresas de servicios externas, en Estados Unidos gestionan miles de hectáreas con su propia maquinaria
La brecha cultural entre el agricultor español y su contraparte estadounidense es notable y se manifiesta en diversas interacciones. En un reciente video compartido en TikTok, Blanca Cusiné relata su experiencia al intentar cerrar un acuerdo con un influencer en Estados Unidos, poniendo de relieve las diferencias en la mentalidad y las prácticas comerciales.
El relato comienza con la premisa de que el agricultor americano es, en general, «más duro». Cuando un estadounidense enfrenta un problema con un equipo, su reacción inmediata suele ser «presentar una denuncia, a menudo sin dudar». Este enfoque proactivo contrasta con el de muchos agricultores españoles, quienes tienden a buscar soluciones menos dramáticas y prefieren una comunicación más directa.
La experiencia se intensifica cuando Blanca, tras vender la máquina al influencer, se enfrenta a un dilema inesperado. Luego de algunos problemas con el funcionamiento del equipo, él le exige no solo la devolución del dinero, sino también una compensación significativa por «daños y perjuicios», alegando que no pudo llevar a cabo su trabajo debido a la falla del equipo. La suma exigida asciende a 600.000 dólares, una cifra que refleja la seriedad de estas demandas en el mercado americano.
Ante esta situación, decidió no ceder de inmediato. En lugar de aceptar las condiciones, propuso una intervención técnica para diagnosticar el problema. Sin embargo, su ofrecimiento no fue bien recibido. El influencer, con una fuerte presencia en redes sociales, amenazó con hacer pública la situación, lo que podría dañar irreparablemente la reputación de la joven empresa.
La cultura empresarial en Estados Unidos
Para evitar que la situación escalase y con el fin de proteger su negocio en el extranjero, propuso un acuerdo verbal: «comprar la máquina de vuelta con la condición de que el influencer se comprometiera a no publicar fotos ni comentarios negativos». No obstante, una vez que la máquina fue recogida, incumplió el trato y decidió hacer pública su experiencia, lo que, de manera inesperada, catapultó a la empresa a la visibilidad que tanto anhelaba.
La valoración de esta experiencia pone de manifiesto cómo la publicidad negativa puede, en algunos casos, convertirse en una oportunidad inesperada para ganar visibilidad en un mercado tan competitivo como el estadounidense. Blanca reflexiona sobre su experiencia, reconociendo que, aunque la relación comenzó con conflictos y malentendidos, la situación terminó siendo un aprendizaje invaluable sobre la cultura empresarial en Estados Unidos.
En conclusión, la anécdota de este empresario, narrada en la cuenta de TikTok @blvpodcast, ofrece una visión clara no solo sobre el choque cultural entre España y América, sino también sobre la dinámica de las relaciones comerciales en un mundo cada vez más interconectado.