Manifestantes vacían sacos de cereal a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Los cerealistas prometen guerra al Gobierno: «¿A qué nos vamos a dedicar?»
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, las importaciones de trigo blando en Europa se han multiplicado por siete
Los cerealistas vuelven a la carga y advierten de que sus acciones irán a más. Los agricultores, asediados por el incremento de costes y el descenso de precios por la importación masiva de cereal ucraniano, exigen cláusulas de salvaguardia y compensaciones para afrontar el arancel a los fertilizantes de Rusia y Bielorrusia que encarecerá sus producciones.
Las tres organizaciones profesionales agrarias principales, Asaja, COAG y UPA, se han concentrado a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Madrid para solicitar al Gobierno ayudas urgentes al sector.
Los convocantes señalan que desde el inicio de la guerra en Ucrania, las importaciones de trigo blando en Europa se han multiplicado por siete, distorsionando gravemente los mercados y expulsando al cereal español de su propia casa.
«El campo español no puede ser moneda de cambio geopolítica. Si no se actúa ya, miles de explotaciones desaparecerán en los próximos meses ante el hundimiento de los precios en origen y el imparable aumento de los costes», advierten.
Los agrarios han evidenciado su hartazgo ante «una situación desesperada» y contra la que prometen más acciones: «Parece mentira que con una campaña de cereal para la que se prevén 19,5 millones de toneladas vayamos a tener más ruina que cuando cosechamos 11 millones de toneladas», ha lamentado Pedro Barato, presidente de Asaja, que ha indicado su decepción por la respuesta obtenida de Luis Planas, ministro de Agricultura: «Le dijimos que tenía que tomar medidas para todos los cereales y nos señaló que era un problema de mercado. Muy bien señor ministro, si eso es un problema de mercado también lo es el arancel a los fertilizantes que han votado y que encarecerá 45 euros por tonelada del producto para los agricultores».
La importación descontrolada de grano de Ucrania, que con motivo de la guerra goza de un acuerdo que libera el producto de arancel, y el encarecimiento de los fertilizantes –que con la sanción de la UE aumentarán entre 40 y 50 euros por tonelada– asfixia a los cerealistas. «¿A qué nos vamos a dedicar si nos ponen aranceles a lo que producimos y a lo que necesitamos para producir? ¿Eso son cuestiones del mercado o decisiones políticas absurdas?», condenó Barato, que advirtió que la reivindicación es la primera de una serie de manifestaciones a mayor escala.
Javier Fatás, responsable del sector de cereales de la Ejecutiva de COAG, ha remarcado que «hoy por hoy, los precios del grano en nuestros campos no se deciden en Valladolid ni en Zaragoza, se deciden en despachos a miles de kilómetros, donde un click de un bróker vale más que una campaña entera de trabajo. Esta especulación financiera sobre productos básicos como el trigo o la cebada está distorsionando el mercado mundial, y el agricultor es el eslabón más débil de la cadena. ¿Y el resultado? Trigo nacional a precio de saldo. Hoy, en el campo se paga por debajo de 220 euros por tonelada, cuando producirlo cuesta más de 250», ha apostillado.
El secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Huertas, ha descrito como «crítica» la situación del sector cerealista. «Tenemos precios ruinosos y costes de producción disparados, y ninguna de las dos cosas es responsabilidad de los agricultores. Sufrimos la especulación de mayoristas e intermediarios y las consecuencias de la importación masiva de trigo de Ucrania”, ha destacado. “Los costes de producción han subido un 30% en los últimos años, y pueden subir aún más por la imposición de aranceles a los fertilizantes rusos», ha explicado el representante de UPA.
El campo español ha advertido que en los próximos días convocará manifestaciones en Bruselas, «donde se decide lo que pasa en nuestras tierras», y amenaza con volver a paralizar el país si el Gobierno de Pedro Sánchez no atiende a sus peticiones.