Patrulla de la Guardia Civil a caballo en un viñedo de Castilla-La Mancha
Indignación por las patrullas de Guardia Civil a caballo entre viñedos en busca de trabajadores irregulares
La imagen de un grupo de cuatro guardias civiles a caballo entre las viñas en Castilla-La Mancha ha provocado el rechazo de los agricultores de la zona.
Los locales, que se encuentran en plena vendimia, han reaccionado contra las labores de inspección de la Guardia Civil en busca de trabajadores irregulares.
«¿Cómo de fuerte es que España se haya convertido en un estado que castiga más al trabajador que al delincuente?», se preguntaba una ciudadana en redes sociales, que a su vez denunciaba el nivel de exigencia al que se somete a los agrarios, frente a la permisividad que aprecia en otras situaciones: «Puedes ocupar una casa ilegalmente pero no puedes ayudar a tus padres a recoger el fruto que te ha dado de comer durante años. ¡Basta ya!».
Según ha informado Jara y Sedal, el dispositivo se ha desarrollado en los caminos que unen Villanueva de Alcardete con La Puebla de Almoradiel, lugar en plena actividad agrícola durante estas semanas. El medio citado apunta a que este despliegue trata de prevenir robos en el campo y comprobar la situación de los temporeros, aunque en algunos casos se ha denunciado el requerimiento de la documentación a agricultores jubilados que frecuentan la zona.
Esta fricción entre los agentes y los agrarios ya se produjo en la misma región el pasado enero. Entonces, el conflicto surgió cuando técnicos de la inspección de trabajo acudieron a olivares situados en la provincia de Toledo a comprobar si los empresarios habían instalado retretes portátiles en el campo.
Desde las explotaciones se condenó el absurdo de la situación, ya que consideraban que se trataba de «un esperpento» y lo asemejaron a exigirle a la brigada que arregla la línea de alta tensión que portase un servicio, o al grupo de alta montaña de la Guardia Civil o al Seprona que en todas y cada una de sus salidas transportaran un baño móvil.