Trabajadores en una finca de arándanos en la provincia de Huelva

Trabajadores en una finca de arándanos en la provincia de HuelvaEuropa Press

El 70 % del gasto en frutas y hortalizas de España se va en mercancía de fuera de la UE

Los agricultores nacionales condenan que alimentos de terceros países disfruten de acuerdos preferenciales para competir en igualdad de condiciones en suelo europeo

La situación geográfica de España convierte al país en un punto clave tanto para la producción como para la distribución hortofrutícola mundial.

España se ha ganado el sobrenombre de la huerta de Europa, aunque también –y así lo reflejan los datos– se distingue como una de las principales puertas de entrada al viejo continente para los productos procedentes de África y América.

Esta condición ofrece aspectos positivos para el sector, que goza de una importante presencia más allá de los Pirineos que permite añadir valor a sus productos; sin embargo, este mercado ha de equilibrarse con un consumo interno fuerte, fundamental para mantener la demanda en caso de coyuntura internacional y parar poner a disposición de los ciudadanos frutas y hortalizas de cercanía.

El complejo contexto geopolítico mundial hace que la UE expanda sus horizontes y estreche relaciones con otros bloques para asegurar distintas tipologías de suministros, algo que no siempre se ve con buenos ojos desde el campo. Los agricultores y ganaderos españoles señalan a la UE por permitir que alimentos de terceros países disfruten de acuerdos preferenciales para competir en el mercado europeo pese a elaborarse con distintos estándares normativos.

Estas diferencias, especialmente destacadas en exigencias fitosanitarias, laborales y sociales, sostienen el discurso contra la competencia desleal que defienden los agrarios españoles, que consideran que favorecer esta entrada de productos de terceros países desplaza sus producciones.

Esta reclamación se expresa en las cifras ofrecidas por el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, que muestran un aumento de la importación española de frutas y hortalizas, que se situó hasta agosto en 3.701 millones de euros, un 14 % más que en la referencia de 2024.

De esos 3.701 millones de euros gastados por España en comprar frutas y hortalizas, 2.548 millones de euros; es decir, el 70 %, procede de terceros países ajenos a la UE. Los proveedores extracomunitarios más importantes para España en los primeros nueve meses del año son Marruecos, Estados Unidos y Costa Rica.

La factura de Marruecos a España en frutas y hortalizas ha incrementado de un año para otro en un 58 %, pasando de 602 millones de euros a 952,6 millones de euros, según apunta la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex). Los arándanos y las frambuesas sobresalen como los dos productos procedentes del vecino del sur en los que España ha destinado más recursos en 2025: hasta septiembre, 235,06 millones de euros en arándanos –cifra superior a los 170,98 millones de todo 2024–; 189,69 millones de euros en frambuesas –por los 161,42 millones del 2024 completo–; y 78,54 millones de euros en aguacates –por 52,29 millones en la totalidad del año pasado–.

El crecimiento de las importaciones de mercancía fuera de la UE por parte de España se evidencia con el impulso de su segundo gran proveedor, Estados Unidos, donde las compras hasta septiembre se cuentan por 611,24 millones de euros –por los 550,55 millones de 2024 completo–. El grueso de esta factura lo concentran las almendras, cuyas transacciones desde EE.UU. han costado 308 millones de euros a España en los tres primeros trimestres del año. Esta compra hiere de manera significativa a los agricultores españoles dedicados al cultivo de la almendra, ya que advierten desde el inicio de 2025 del perjuicio que causa en sus precios la importación masiva del fruto seco con origen californiano.

Perú cierra el podio de suministradores hortofrutícolas de España con ventas de 538,29 millones de euros hasta septiembre. Los aguacates de Perú cuestan por el momento 304,69 millones de euros a España. Costa Rica ocupa el cuarto lugar, con unas ventas notables en bananas y piñas, ambas frutas por encima de 110 millones de euros.

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