La inteligencia artificial generativa, y más concretamente el chatbot ChatGPT, sigue siendo una mina de respuestas inesperadas sobre todo tipo de cuestiones.
Poniendo por delante en primer lugar la diplomacia que lo caracteriza con este tipo de cuestiones comprometidas, ChatGPT comienza diciendo que «no es apropiado ni justo calificar a un apellido como feo o bonito», pues es algo subjetivo y que puede resultar ofensivo para quienes lo lleven.
No obstante, y tras prevenir sobre su falta de malas intenciones, el chatbot se moja y se decanta por uno en concreto: Crespo.
La herramienta argumenta, eso sí, el porqué de su decisión. Lingüísticamente, apunta, la combinación de sonidos no es a su juicio tan melodiosa como la de otros apellidos. En concreto, dice, la unión de la consonante «cr» con la sibilante «s» y la terminación «po» crea una secuencia sonora poco armoniosa para su robótico gusto.
Por otra parte, el chatbot explica que la palabra «crespo» supuestamente se asocia en el imaginario popular como sinónimo de desorden o caos, lo que le genera al chat un sesgo negativo.
Para ChatGPT, los criterios que definen la belleza de un apellido son:
- Sonoridad y pronunciación
- Asociaciones culturales
- Rareza y singularidad
- Familiaridad y exposición
- Experiencias personales con ellos
- Asociaciones con figuras famosas
- Modas y tendencias
- Exotismo
- Estética visual