
La estadounidense Mary-Claire King
Mary-Claire King, descubridora de los genes del cáncer de mama, Premio Princesa de Asturias de Investigación
La genetista será galardonada por haber contribuido a a salvar millones de vidas y por poner su especialidad al servicio de los derechos humanos
El jurado del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica ha dado a conocer este jueves en Oviedo que el galardón será para la genetista estadounidense Mary-Claire King. A él optaban 59 candidaturas de 23 nacionalidades, muchas de ellas vinculadas a los campos de la física, la biología y la química, aunque también con la genética, la geología o la oceanografía.
Este premio está destinado a distinguir la labor de cultivo y perfeccionamiento de la investigación, descubrimiento y/o invención en la astronomía y la astrofísica, las ciencias médicas, las ciencias tecnológicas, las ciencias de la Tierra y del espacio, las ciencias de la vida, la física, las matemáticas y la química, así como de las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos campos y de las técnicas relacionadas con ellas.
Mary-Claire King (Chicago, EE. UU., 27 de febrero de 1946) se graduó en Matemáticas por el Carleton College (Northfield, Minnesota) en 1966 con la calificación cum laude y, posteriormente, realizó su tesis doctoral en Genética en la Universidad de Berkeley, bajo la dirección de Allan Wilson. Entre 1974 y 1976 cursó una estancia posdoctoral en la Universidad de San Francisco, tras la cual regresó a Berkeley como profesora de Genética y Epidemiología en el departamento de Biología Molecular y Celular, donde ejerció hasta 1995, cuando se incorporó a la Asociación Estadounidense del Cáncer, en la Universidad de Washington (Seattle), y es miembro afiliado del Fred Hutchinson Cancer Center (Seattle), cargos que sigue ocupando en la actualidad.
Su trabajo de doctorado en Biología Evolutiva tuvo ya una enorme trascendencia al determinar la gran proximidad genética entre humanos y chimpancés —un 99 % idénticos— a través de análisis estadísticos de similitud entre proteínas. En 1974, King comenzó a investigar en el grupo del Dr. Petrakis el origen del cáncer de mama. Tras muchos años de una compleja investigación y desarrollo de nuevos modelos estadísticos de genética de poblaciones y genética evolutiva, en 1990 consiguió identificar un gen localizado en el cromosoma 17, denominado BRCA1, así como que las mutaciones en este gen estaban implicadas en el desarrollo de determinados tipos de cáncer de mama y ovario. Este trabajo supuso un cambio de paradigma en el conocimiento del origen del cáncer, una enfermedad compleja de la que no se sospechaba que pudiese tener un origen genético, y en su tratamiento. A partir de entonces, el estudio de esta enfermedad y de otras enfermedades denominadas raras, como la enfermedad de Huntington o la fibrosis quística, comenzó a enfocarse desde otro punto de vista.
El pasado año fueron distinguidos el médico canadiense Daniel J. Drucker, el químico danés Jens Juul Holst, el biólogo molecular Jeffrey M. Friedan y el endocrinólogo Joel F. Habener, ambos estadounidenses, y la química Svetlana Mojsov (Macedonia-EEUU) por sus descubrimientos y el desarrollo de nuevos medicamentos que ayudan a controlar la diabetes y a combatir la obesidad.
En las ediciones más recientes también fueron premiados los biólogos estadounidenses Jeffrey Gordon y Peter Greenberg junto a la bioquímica Bonnie L. Bassler por sus logros en la búsqueda de nuevos tratamientos efectivos contra bacterias resistentes a antibióticos, en 2023, o los expertos en inteligencia artificial Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis, en 2022.
El de Investigación Científica y Técnica será el séptimo de los ocho galardones en fallarse en la XLV edición de los Premios Princesa de Asturias, y tan sólo quedará por fallarse el de Cooperación Internacional, el próximo 18 de junio.