La extraña pareja de ‘Celebrity Bake Off’

Así se presentó: «Soy Esperanza Aguirre y soy políticamente incorrecta». En su mano derecha lucía una pulsera con la bandera de España y la palabra 'Libertad' en letras mayúsculas. Le colocaron a su vera a la vasca Esty Quesada, también conocida como «Soy una pringada». Es una youtuber veinteañera que se refiere jocosamente a ella misma como «personalidad de Internet». Todo un personaje «de extrema izquierda», según su propia confesión. Son la extraña pareja de Celebrity Bake Off, el concurso de repostería para famosos de Amazon Prime Video en el que compiten doce celebrities. Ya están disponibles todos los episodios, diez, si bien en esta crónica solo hablaremos de los dos primeros.

Ya para abrir boca, Esty (27 años) le preguntó a Espe (69 años) si era cocinillas. La madrileña confesó que no mucho. «Eres de la nobleza», le espetó la vasca. «¡No! Mi marido, yo no», precisó la que fue presidenta de la Comunidad de Madrid. Hubo química entre ellas desde un primer momento. «Muy simpática. Lo único que tiene un piercing en la lengua. Pobre chica, ¿qué hará con un piercing en la lengua», se preguntaba la antigua lideresa.

Cantando, como en ‘Mask Singer’

Esta extraña pareja hablaba mientras cocinaba. En concreto, mientras afrontaba el llamado «Desafío creativo», en el que los participantes han de versionar de forma personal una propuesta del programa. Aguirre elaboró un bizcocho con almendras laminadas y caramelos de violeta. Este último dulce le dio pie a recordar su paso por Mask Singer y cantar, esta vez a cara descubierta, La Violetera. Bautizó su propuesta con un nombre complicado: «Bizcocho del abuelo de la abuela para los nietos». «Es súper interesante», juzgó uno de los dos miembros del jurado, el maestro pastelero de Frédéric Bau, quien comparte responsabilidad con Clara Villalón, cocinera y pastelera.

Cada programa consta de dos pruebas. La segunda, el llamado «desafío técnico», consiste en replicar un postre a la perfección. En el primer episodio tocó una letter cake. En un papel les detallan los pasos de la elaboración, para que nadie se pierda. A Esperanza su postre le quedó rico, aunque costó partirlo. Va un spoiler así que, si piensan ver el programa, paren aquí: quedó octava de doce, según la decisión del jurado, que en la segunda prueba cata a ciegas.

Pasó así al segundo programa. Esta vez le pusieron a Esty detrás. Tras el episodio de tanteo, la youtuber se rindió a la ex-política. No paraba de hablar de ella. «Cualquier persona se vuelve irrelevante ante Espe». «Se gira todo el rato para hablarme». «Lo tradicional a veces funciona. Mira a Espe». No es la única que se rindió a los encantos de la madrileña: «Me estoy haciendo fan de Espe», confesó Pablo Rivero (el Toni Alcántara en Cuéntame).

En la primera prueba tenían que versionar una tarta de queso a la que había que añadir una salsa.

Esperanza optó por hacer un tributo a la torta del Casar. Pero desmoldó mal, y la presentación fue horrible. Tenía razón Brays Efe, presentador del programa junto a Paula Vázquez, cuando dijo que recordaba a la tarta cuando llega al estómago. A lo que recordaba era a una vomitona. Le salvó que tenía buen sabor.

En el desafío técnico tuvieron que replicar un turrón de Jijona en varias texturas. A Aguirre se le quemó la masa en el horno. No fue su único problema: «No hay textura», dijo el juez al probarla. La colocaron en el último lugar.

El asunto de la expulsión quedó, precisamente, entre Espe y Esty. No desvelaremos cómo acabó el asunto, pero sí la conversación de despedida:

–Esty: Hemos aprendido que los extremos pueden llevarse.

–Espe: ¿Pero quién es el extremo?

–Esty: Pues estamos las dos de personalidad, tú en un extremo y yo en el otro.

–Espe: Yo ya te he dicho que tú eres muy dulce aunque no quieras parecerlo.

Y Esty sonríe y hace el gesto de disparar en dirección a Espe. O sea, como Mónica García, pero en broma.