Verónica Forqué, en una escena de 'A 1.000 km de la Navidad'
Cine
La sonriente despedida de Verónica Forqué
La actriz madrileña borda en 'A 1.000 km de la Navidad' su papel de madre entregada
Así, sí: con su inolvidable sonrisa tatuada en la cara, y con sus cinematográficos ojos azules brillando en la pantalla (en este caso televisiva). Así vemos a Verónica Forqué, fallecida el pasado 13 de diciembre, en A 1.000 km de la Navidad, la película para todos los públicos que acaba de estrenar Netflix. Esta comedia amorosa navideña se rodó entre diciembre de 2020 y marzo del presente año. A continuación, en mayo, la actriz se enroló en la (desgraciada) aventura de MasterChef Celebrity.
Este papel enlaza con toda su trayectoria pasada y reciente, asociada a la comedia, y por tanto con la imagen que todos teníamos de Verónica Forqué hasta su paso por el talent culinario de RTVE. Allí la vimos demasiadas veces malhumorada, fuera de sí, abroncando a sus compañeros sin razón, desbocada. Esa era una Verónica que no reconocíamos. Abandonó el programa por agotamiento físico tras padecer Covid-19, según ha desvelado recientemente uno de los ganadores, Juanma Castaño.
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En A 1.000 km de la Navidad, la actriz madrileña ganadora de cuatro premios Goya asume el papel de Blanca, la dueña del hostal pirenaico al que se desplaza Raúl (interpretado por el gallego Tamar Novas), un estricto y solitario auditor que odia la Navidad y el mundo en general, y que no empatiza ni con su madre. La Forqué es también la madre de la protagonista, Paula (Andrea Ros), una joven soltera que se desvive por su pueblo.
La película es un cuento de Navidad en el que los personajes de Blanca y de su hija Paula representan a seres de luz, en cierto modo angelicales, de esos que dedican su vida a hacer el bien. Forqué da vida a una madre ejemplar, como ella misma lo era en la vida real.
Según ha explicado el propio director, Álvaro Fernández Armero (Todo es mentira, El arte de morir, Si yo fuera rico…), la presencia del personaje de Blanca en el guion era más reducida, pero fue creciendo durante el rodaje. Cronómetro en mano, su presencia se extiende durante algo más de diez minutos.
La mayor parte de ese tiempo (315 segundos) corresponde a una de las escenas más redondas de la película: aquella en la que varios de los protagonistas rivalizan al Movies, el juego de acertar películas. El personaje de Blanca le permite mostrar su vis cómica.
La presencia de Verónica Forqué es episódica a lo largo de la película, conformando uno de esos personajes secundarios a los que nos acostumbró a lo largo de su carrera. No sería de extrañar que esta actuación fuese distinguida con una nominación al Goya.
La película finaliza con una foto de la actriz, a cuya memoria se dedica el filme.
Otros estrenos póstumos
El de A 1.000 km de la Navidad es uno de los estrenos póstumos de Verónica, pero no será el único. Como ya contamos en El Debate, la actriz aparecerá en otra película y en un cortometraje, y su voz sonará en una serie.
La actriz madrileña interpreta a Blanca, la dueña de un hostal en la película de Fernández Armero
La película es Espejo, espejo, un largometraje de Marc Crehuet, nominado al Goya al mejor director novel en 2016 por El Rey Tuerto. El filme, que está producido por Rodar y Rodar y Nos gusta el cine A.I.E, cuenta con la participación de Netflix, RTVE y TV3. Será distribuido por Filmax. Su rodaje concluyó en septiembre del año pasado.
El corto pendiente de estreno se titula Es Navidad, de Rubén Pascual Tardío. Podremos verlo el próximo año, cuando también está prevista la emisión de Pobre Diablo, una serie de animación para adultos creada para HBO España por Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla; la fallecida actriz pone voz a Rose, una de las protagonistas.
Además, Forqué había grabado sendos episodios de MasterChef Junior y Maestros de la costura, pero al parecer su presencia ha sido eliminada.
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