Ibai Llanos, en el centro, en una imagen del pasado mes de noviembre
Ibai Llanos, el hombre que conecta con el público y con el éxito de forma natural
La persona que mejor puede representar los extraordinarios cambios que vivimos en la sociedad actual nació en Bilbao hace solo 26 años. Decimos solo porque, desde fuera, parece que Ibai Llanos haya vivido ya unas cuantas vidas.
Explicar cómo Ibai Llanos es ya una de las personas más influyentes de España –la revista Forbes lo ha incluido en su tradicional lista– es una tarea que no sería sencilla ni siquiera para el propio Ibai Llanos, el primero en reírse y sorprenderse con cada uno de sus hitos ante su legión de seguidores en las redes sociales.
El término legión no es, en este caso, un lugar común. Ni por la defensa que realizan de él sus admiradores cuando critican a Ibai Llanos ni por el número de seguidores que acumula en las redes sociales. Más de seis millones en Instagram. Casi siete millones en Twitter. Cerca de ocho en su canal de YouTube. Y casi nueve millones en Twitch, donde acostumbra a dar la campanada con sus vídeos.
Las otras campanadas, las del 31 de diciembre, las acaba de dar por segundo año consecutivo. Esta vez junto a Ramón García, el presentador durante muchos años de las campanadas en TVE y con el que proyecta recuperar un clásico de la televisión como el Grand Prix. Aunque sea por un día y sin vaquilla de por medio.
La imagen de Ibai Llanos y Ramón García en la noche de fin de año ilustra como pocas el cambio generacional. No tanto en las propias campanadas (seguidas por 2.200.000 personas en Twitch) como en la forma de entender la comunicación actual. La fuerza que pierde la televisión es solo una parte de la que ganan las nuevas tecnologías y las redes sociales entre los jóvenes… y, en menor medida, también entre los no tan jóvenes.
La fórmula del éxito de Ibai Llanos
De la fórmula del éxito de Ibai Llanos, más que el proceso de elaboración, conocemos los ingredientes: la naturalidad, la sencillez, el buen humor, la capacidad de conectar con la gente o la espontaneidad. Otros componentes es fácil intuirlos, como su inteligencia, su talento, su visión para los negocios… y su extraordinaria capacidad de trabajo. Sin este último ingrediente, más que ningún otro, la receta del éxito no habría funcionado.
Hay mucho trabajo detrás de cada vídeo con el que Ibai Llanos ha deleitado a sus seguidores en los últimos años y también mucho empeño detrás de cada proyecto profesional que ha emprendido. Ya sea como narrador de partidas del videojuego League of Legends, como creador de contenido para el equipo G2 Esports, como fundador del equipo de deportes electrónicos KOI junto a Gerard Piqué o como organizador, también junto al defensa del FC Barcelona, de un campeonato mundial de globos.
El torneo, celebrado el pasado mes de octubre, lo ganó Perú. Más de 600.000 personas siguieron en Twitch el insólito evento. Tan insólito como que el presidente del país, Pedro Castillo, felicitó en su cuenta de Twitter al vencedor, Francesco de la Cruz.
De esas cosas insólitas, Ibai Llanos acumula ya unas cuantas. Desde atraer a un millón y medio de personas con el combate de boxeo que organizó en Twitch hasta entrevistar a cantantes como Ed Sheeran y futbolistas como Sergio Ramos, Ronaldinho o el Kun Agüero, convertido ya en amigo, al igual que Gerard Piqué. Pero, quizá por encima de todas esas cosas sonadas, más que una de las campanadas que ha retransmitido en los dos últimos años, esté la que tuvo lugar en París el pasado 11 de agosto.
Esa fue la fecha de presentación de Leo Messi como nuevo jugador del Paris Saint Germain. Y hasta allí, invitado por la estrella argentina, se desplazó Ibai Llanos, que logró entrevistar a Leo Messi en un día tan señalado. A veces, cada vez menos, el señalado por algunos periodistas deportivos es el propio Ibai Llanos.
Entender que las reglas del juego y la forma de llegar a la gente han cambiado, además de ser lo más inteligente, debería ser un proceso natural. Inteligencia y naturalidad. De nuevo entran en escena los ingredientes del éxito de Ibai Llanos. Está claro que, guste o no, su receta no es secreta.
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