
Carlos Herrera, en Las tres puertas
‘Las tres puertas’
El programa religioso por el que Carlos Herrera volvería a la tele
El periodista habla sobre Sánchez, Feijóo, el Rey Emérito y su curiosa alergia en Las tres puertas
El día de la entrevista –grabada– se levantó a las 3:23 horas. Pero que nadie se preocupe, que él duerme largo y tendido. A las 19 horas está metido en la cama, leyendo. Y se duerme pronto, así que las ocho horas tradicionales las cumple. A las 4 ya está operativo, tras el café y demás rituales del despertar. «Ese rato entre las 4 y las 6, que empieza el programa, es maravilloso. Son dos horas muy felices».
Dos millones y medio de personas lo escuchan cuando al fin se abre el micrófono y dice «buenas días». «Hay mucha gente a la que enviar un mensaje, pero hay que respetar a dos millones y medio de personas». Por eso mide sus palabras. Recordó una de las veces en las que no lo hizo: «Puse a un cantante muy malo y dije 'a éste que lo manden a Basauri'». Le escribió el alcalde de la localidad vasca: «Ignoro que le han hecho los ciudadanos de Basauri para que tengamos que adoptar en nuestro censo a un tipo que canta tan mal».
Habló, y bien, de sus competidores radiofónicos. «Son todos amigos míos. Yo los admiro a todos. Admiro mucho a Alsina, que es un tipo extraordinario. Mari Angeles [Barceló] para mí es media vida mía, porque yo la quiero con locura y es una periodista extraordinaria. Federico. Las mañanas de Radio Nacional, Íñigo [Alfonso]. Son gente a la que yo escucharía con mucho gusto si yo no estuviera haciendo el programa». En breve los dejará solos, porque quiere jubilarse «pronto». En julio cumplirá 65. Quizá a los 67 lo haga.
¿Y qué hay de la tele? «Sobre todo, es la tele la que no quiere que yo vuelva». «Yo volvería a la tele, a ver, ¿qué me gustaría hacer en la tele? Pues programas que no exijan la competitividad en la que tienes que estar sacrificado al minuto a minuto de comparación y de preparación de una cosa para que coincida con lo que hacen los demás. Es decir, en una yincana».
–María Casado: Tú quieres hacer Las tres puertas.
–Carlos Herrera: Yo quiero hacer el Camino de Santiago y Las tres puertas. Yo quiero hacer el Camino de Santiago para televisión. Ir con cualquiera de todos estos detrás [señalando al equipo de Casado] y vámonos. Y lo hacemos entero. Y hay muchos caminos de Santiago. Y nos vamos los dos [propuso a la presentadora].
El periodista andaluz hace la ruta jacobea todos los años desde 1998.
De acuerdo con Sánchez
Hubo tiempo para la actualidad. «No podemos sacrificar los intereses nacionales de España al hecho de que Sánchez acierte o no acierte. Aunque yo creo que en este caso ha acertado. Los colaboradores de mi programa no tenían la misma opinión que yo, y ha sido un debate fantástico». «Creo que la decisión que ha tomado con Marruecos es sensata», remarcó.
Carlos Herrera, en Las tres puertas
«De normal no le doy mucho la razón», se extendió sobre el presidente del Gobierno. «Creo que es un tipo con defectos de forma a pulir. Muy concretos. Esencialmente, su escasa relación afectuosa con la verdad. Creo en aquel editorial que elaboró El País en su día, que decía que era un aventurero sin escrúpulos».
Elogio de Feijóo
Elogió al futuro presidente nacional del PP. «Feijóo tiene un conocimiento de la administración profundo. No porque haya sido presidente gallego, sino porque ha dirigido el Insalud y Correos, que tiene miga. Tiene cuatro mayorías absolutas en Galicia, donde gobierna una comunidad con serios déficits de algunos recursos, y ha estabilizado la región».
El gallego llega a Madrid en una época «muy entretenida» en la política, «con un Gobierno en descomposición interna» y «un presidente con serias dificultades con la calle».
Rey Emérito
«¿Él habría deseado venir a España?», preguntó Casado sobre el Rey Emérito. «Yo creo que sí, ¿quién no quiere venir?», replicó Herrera, que recientemente ha estado con don Juan Carlos. «Está deseando volver durante unos días, no necesariamente quedarse, como decía en esa carta que le ha mandado a su hijo, porque él está bien asentado en Abu Dabi». «Tiene muchas ganas de venir a Sangenjo a una regata, a los toros a Sevilla o a Madrid a casa de un amigo», se extendió.
Objetivo de ETA
«No es una situación especialmente agradable, pero tampoco insuperable», dijo sobre la etapa en la que fue objetivo de ETA. Esquivó dos veces la muerte. Abrió una bomba que estalló en un ascensor, camuflada en una caja de puros. En otra ocasión, los pistoleros estuvieron varios días esperando por él en Sevilla, «pero yo no estaba aquí, estaba en Miami».
Recientemente se encontró «el recorte en el que Otegi justificaba mi atentado». ¿Hablaría con él? «No tengo ningún interés, pero si se tercia tampoco lo voy a evitar».
Alergia al albero
Contó que de Sevilla, donde reside, puede disfrutar de todo lo que ofrece «la mejor ciudad del mundo» excepto de la feria taurina. «Tengo alergia al albero, entonces no la puedo visitar porque me quedo ronco y no puedo hacer el programa, que es lo que me gusta».