Foto de familia de los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN con los Reyes de los Países Bajos
Una cita imprevisible
El enfado de Trump con Sánchez convierte la cumbre de la OTAN en un polvorín
El presidente norteamericano puede continuar en su escalada contra el presidente español o, lo que es menos previsible, dejarlo ahí. «Tranquilidad y colaboración», recetan en la Moncloa
El hambre y las ganas de comer se juntan este miércoles en la jornada central de la cumbre de la OTAN. Un presidente español que necesita volver a ser la luz que guía a la izquierda patria; un presidente norteamericano siempre dispuesto a poner los focos sobre cualquier mandatario que no sirva a sus intereses.
La arremetida de Donald Trump contra Pedro Sánchez desde el avión que trasladaba al estadounidense a La Haya, y su publicación de un mensaje privado en el que Mark Rutte se jactaba de que «Europa va a pagar a lo grande», han añadido pólvora a una reunión de los aliados que se supone crucial. Y en la que, en teoría, la Alianza debía mandar un mensaje de unidad tras las últimas polémicas entre Trump y la Unión Europea por el gasto en defensa.
El presidente de Estados Unidos fue contundente a bordo del Air Force One, a propósito de la negativa de Sánchez a aplicarse a sí mismo el 5 % del PIB hasta 2035. «España es un problema. España no está de acuerdo, lo que es un problema para el resto». Poco después, Trump colgó en su cuenta de la red Truth un gráfico con el gasto de cada uno de los 32 países miembros, y España en el último lugar (con cifras consolidadas de 2024).
Donald Trump saluda a los Reyes de los Países Bajos y a su hija
Después, ambos se vieron las caras en la cena de gala ofrecida por los Reyes de Holanda a los jefes de Estado y de Gobierno y a sus acompañantes en el Palacio Huis ten Bosch, a la que no acudió Begoña Gómez (ya faltó el año pasado a la cumbre en Washington). Pero no pasó nada. O, al menos, no trascendió nada. Ni siquiera cenaron en la misma mesa. Así que todas las miradas están puestas en este miércoles.
Trump puede continuar en su escalada contra el presidente español o, lo que es menos previsible, dejarlo ahí. Porque el norteamericano se sabe con la sartén por el mango. Por un lado, el secretario general de la OTAN negó el lunes que exista una «excepción española» y cuestionó que España pueda alcanzar las capacidades militares pactadas por los aliados (son secretas por motivos de seguridad) con el 2,1 % del PIB que Sánchez ha fijado como límite.
Por el otro, Sánchez no consiguió que el martes otros líderes de primer nivel le siguieran. Solo el primer ministro de Eslovaquia, un país de apenas 5,5 millones de habitantes gobernado por un prorruso. «La República eslovaca es capaz de cumplir con los requisitos de la OTAN incluso sin un aumento sustancial del gasto en defensa hasta el 5 % del PIB», señaló Robert Fico siguiendo la estela del español. «La República eslovaca se reserva, igual que España, el derecho soberano de decidir a qué ritmo y con qué estructura está dispuesta a aumentar el presupuesto del Ministerio de Defensa», añadió. Bélgica, que es el otro país que más peros había puesto, anunció ayer un acuerdo para invertir 30.000 millones de euros extra como gesto de buena voluntad (ahora no llega al 2 %).
En el lado contrario, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, declaró este martes en el Senado: «En defensa, pienso como los romanos: 'Si vis pacem, para bellum', cuando la defensa no es atacar a alguien, pero si tienes sistemas de seguridad y defensa sólidos, puedes evitar conflictos más fácilmente», según EFE.
Desde la Moncloa aseguran que ni Sánchez ni los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, que son los que le acompañan, van a responder a Trump. El plan es «no ir al choque», sino «tranquilidad y colaboración», resumen fuentes gubernamentales. «Queremos que mañana (por este miércoles) vaya bien desde el respeto», continúan.
Pero el carácter imprevisible de Trump hace que todo sea incertidumbre. Sobre el papel no hay previsto ningún encuentro entre él y Sánchez durante la cumbre, más allá del saludo protocolario. Pero los dos tienen previstas comparecencias. La del presidente español será en torno a las 14.30, una vez acabada una cumbre en formato reducido de la que saldrá un documento con el 5 %. No es un tratado internacional, sino una declaración política revisable en 2029.