
Iker Jiménez, presentador de Cuarto Milenio
Televisión
Iker Jiménez reacciona a las acusaciones de ‘facha’ tras su viaje a Vitoria
El presentador de Cuarto Milenio reflexiona sobre cómo puede alejarse el contenido de las redes sociales de la realidad
Iker Jiménez estalla contra el lenguaje inclusivo: «No me importa ser facha»
Carmen Porter deja a Iker Jiménez para presentar su propio programa
Iker Jiménez vuelve a copar los titulares de las cabeceras nacionales con las declaraciones realizadas en relación a su último viaje a Vitoria, su tierra natal.
Fue en el programa de Cuarto Milenio del pasado 12 de junio cuando Iker Jiménez quiso compartir con la audiencia una reflexión extraída de su escapada a la capital alavesa y muy relacionada con las acusaciones recibidas con las que se le tacha de «facha», críticas que, bajo su punto de vista, no tienen ningún fundamento.
Una vez encarada la recta final del programa, el vitoriano se sirvió de su última escapada para abordar la doble cara de las redes sociales. «Esta historia de Vitoria, de las carreteras, tiene una segunda parte para mí muy interesante que me he gastado para este momento. Antes de acudir al lugar de los hechos, fui con mi cuñado Félix a Vitoria a tantear el terreno, y esto que les voy a contar es un ejemplo perfecto del abismo que existe entre la percepción que uno tiene de la realidad, que algunos intentan imponer a través de las redes sociales y la verdadera realidad», empezó diciendo el presentador.
Acto seguido, tras asegurar que, en caso de haber hecho caso a todos los comentarios vejatorios recibidos, en los cuales se le catalogaba de «facha, derechoso, o españolazo», jamás hubiese podido regresar a su querida Vitoria. «Si yo hiciese un recuentro de las cosas que por redes sociales han dicho sobre mí como vitoriano, a lo mejor no pisaba Vitoria», asegura Iker Jiménez.El presentador de Cuarto Milenio confesó lo feliz y satisfecho que se sintió con esta visita al Puerto de Vitoria, ya que fue ahí donde pudo sentir realmente el cariño de muchos ciudadanos que, pese a lo comentado, siguen apoyándole de manera incondicional: «Lo que vivimos en Vitoria en dos horas, yo quiero reconocerlo. Amigos de Vitoria, queridos paisanos, muchísimas gracias. La experiencia real no tiene nada que ver», reconoció. «La gente se bajaba de los coches, familias enteras. Qué cariño, qué afecto, me quedé desarmado. La gente en Vitoria no me decía me encanta tu programa. Muchas personas, más de 20 y 30, me dijeron: ‘no sois marionetas, sois de verdad’», apostilló.
Además, Iker Jiménez trató de concienciar a la sociedad para que se paren a pensar en lo tanto que puede distar la realidad de lo que se publica en las redes sociales, y también aprovechó para aclarar que él es conocedor de que mucha gente deja de hacer lo que le gusta por miedo a las posibles reacciones negativas que esto pueda generar en el universo 2.0: «No hagan mucho caso de lo que dicen», recomendó.
Pese a este impasse, Iker Jiménez también habló sobre el tema principal del programa, por el cual habían realizado ese viaje a Vitoria: el misterio que se esconde bajo el caso de la chica de la curva que se le apareció a un motorista en el Puerto de Vitoria.