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18 de mayo de 2024

María Lo levanta entre sus compañeros y los chefs el trofeo que la acredita como ganadora de 'MasterChef 10'

María Lo levanta entre sus compañeros y los chefs el trofeo que la acredita como ganadora de MasterChef 10La 1

MasterChef 10

Del paro al cielo: María Lo gana 'MasterChef 10' con su fusión de Oriente y Occidente

La andaluza superó a la salmantina Verónica en un igualadísimo duelo final

Estaba más cantado que el Despacito en una boda: la gaditana María Lo es la ganadora de MasterChef 10. Suyo es el premio económico de 100.000 euros y la firma de un libro de recetas que le publicará el programa. La norma no escrita de MasterChef España, que señala que a un ganador masculino lo ha de suceder una mujer, se cumplió una vez más, hasta el punto de que la otra finalista fue Verónica.

Primera prueba

La primera prueba fue un clásico: seguir al chef. No a cualquiera: al vencedor de MasterChef 3, y al único ganador del talent culinario en el mundo que cuenta con una estrella Michelin: o sea, Carlos Maldonado, del restaurante Raíces, en Talavera de la Reina. Todo empezaba con un buñuelo de tortilla de patata, con cebolla y pimiento, y se complicaba después con una cigala y una salsa riquísima.
Sabido es que la cabeza más amueblada de los cuatro finalistas es la de María Lo, parada antes de la gala uno del concurso. Organizada, metódica, rigurosa, la andaluza escuchó, vio y procedió. Concentrado también estuvo el ex actor porno David. Mientras, el técnico instalador vasco y ex presidiario Adrián y la publicista salmantina Verónica –sobre todo la segunda– abrasaron a preguntas a Carlos Maldonado, hasta tal punto de que el chef Jordi Cruz llamó la atención y pidió a los aspirantes que escuchasen más y hablasen menos.
En disculpa de los cuatro hay que decir que el ritmo de Carlos Maldonado fue como el de Indurain en las pruebas contra el crono de aquellos julio gloriosos. Es decir, que lo normal es que se hubiesen perdido todos. «Es imposible disfrutar cocinando a esta velocidad», reflexionó la habitualmente perfeccionista Verónica, que admitió haber sido víctima del «caos», ante la «tortura» a la que le sometió el ganador de MasterChef 3.
No Verónica, sino Adrián, bautizó su propuesta como «caos». Cocinó un plato bonito y rico, pero que no tenía que ver con el de Maldonado: «Faltan el 80 % de las elaboraciones», sentenció Pepe Rodríguez.
María Lo juzgó la prueba como «la más difícil de toda la edición». La andaluza consiguió una salsa sabrosa, pero el jurado esperaba más.
David firmó un plato que tenía lo mismo que el de Maldonado pero ni con la misma cantidad ni con el mismo sabor. Pero al menos hizo todas las elaboraciones.
Verónica lloró ante los chefs, consciente de que no había estado a la altura del original. «Es otra cosa», valoró el chef invitado. Al menos la salsa estaba buena.
Visto lo visto, parecía complicado elegir el nombre de un ganador. Cuarta fue Verónica, que volvió a llorar al escuchar el juicio. Tercero, Adrián. La plata fue para David y la primera chaquetilla de finalista se la vistió María Lo, la que mejor emuló el plato de Maldonado.
Carlos Maldonado colocó la chaquetilla a María Lo

Carlos Maldonado colocó la chaquetilla a María LoLa 1

Prueba de exteriores

Quedaba un puesto en la final, y había que ganárselo en la prueba de exteriores.
Los tres aspirantes tuvieron que replicar un menú especial elaborado por Joan, Pitu y Jordi Roca.
David eligió primero y optó por hacer un «Mar y Montaña vegetal» y una «Raya mimosa». Adrián cocinó «Toda la gamba» y un postre complicadísimo, de nombre «Bosque lluvioso». Por descarte, a Verónica le tocó elaborar «Guisante al vapor de Xarel.lo» y un cordero con cuscús vegetal. Este último era, a priori, el plato más difícil: cinco elaboraciones de cordero con diferentes cuscús de verduras y diferentes aliños.
Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz no estuvieron solos a la hora de probar los platos. Jueces de MasterChef de varios países los acompañaron.
Adrián elaboró un helado grumoso pero rico, y un primero excelente, pero que no puntuaba tanto porque era el más sencillo de los seis. Fue el primero en caer. El asunto quedó entre David y Verónica.
David lloró al sacar su mar y montaña, pues pensaba que no sería capaz de replicarlo con tanta precisión. El segundo, la raya, salió con retraso y sin todas las elaboraciones. Se quedó a un paso de entrar en la final: «Es la mejor experiencia de mi vida junto a tener un hijo», valoró.
Verónica también lloró cuando sacó el segundo. Acababa de escuchar el elogio de Joan Roca. Después recibió el aplauso de los comensales que calificaron su cordero como «perfecto». El juicio de Jordi Cruz no fue menos entusiasta: no le sacó ni un defecto. Tras tal catarata de alabanzas, hizo lo que más ha hecho en el programa, además de cocinar: llorar.
La salmantina Verónica llora tras ser proclamada segunda duelista

La salmantina Verónica llora tras ser proclamada segunda duelistaLa 1

Prueba final

Y, trece galas después, llegó la gran final.
María Lo y David tuvieron que idear y cocinar un menú completo formado por un entrante, un plato principal y un postre.
Primero llegó la familia de la andaluza: su madre y su novia Patricia. Su padre, que le inculcó el amor a la cocina, no pudo asistir: «Está mayor», lo disculpó. De hecho, el progenitor, que estaba enfermo, falleció tras esta grabación: ocurrió el pasado mayo. Contaba con 83 años.
María Lo, su novia Patricia y su madre

María Lo, su novia Patricia y su madreLa 1

A continuación, los padres de Verónica, que se separaron cuando ella tenía nueve años, se reunieron las cocinas del programa, al que asistieron junto al novio de su hija.
El novio y los padres de María Lo

El novio y los padres de María LoLa 1

Ferran Adrià se unió a los tres chefs de siempre en esta prueba final, que contó también con la presencia Franc Roddam, creador del formato MasterChef.

Los dos menús

Verónica diseñó su menú basándose en los productos de temporada de las cuatro estaciones. Su «entrante de primavera» tenía licuado de guisantes, angulas salteadas, colmenillas confitadas, espuma de apio y aire de espárrago blanco. Como principal cocinó bogavante con sopa de algas y marisco, chele de crustáceos, bizcocho de coral, gel de sidra y salsa de yema de huevo. Cerró con bizcocho de chocolate con crema de calabaza especiada, helado de apionabo y lima, crumble de castaña y toffee salado de haba tonka.
María Lo, de padre chino y madre de Chiclana, optó por un menú que reflejaba «los distintos momentos y lugares de su vida». Para abrir boca, jugo de tomate y manzanilla, quenelle de atún de almadraba, cebolleta encurtida y falso caviar de piparra. El principal consistió en cigala marinada sobre jugo de cap i pota, esferas de apionabo, lentejas caviar y polvo de jamón ibérico. Su postre consistió en bizcocho de pistacho y té matcha, cremoso de chocolate blanco picante y crumble de pimienta rosa, sorbete lima, licho y aire de lichi.
El primero de la gaditana fue también el primero que probaron los tres chefs y Adrià, que –al contrario que el creador de MasterChef– estuvo presente en el juicio final. Le quedó «muy rico».
El entrante de la sevillana, «muy arriesgado» según los miembros del jurado, quedó «bonito y elegante», pero los ingredientes no acabaron de mezclar del todo.
El segundo de María Lo, en el que unificó sabores de Galicia y Barcelona –por ser lugares en los que vivió– tenía una presentación espectacular. «Está fantástico», elogió Adrià. «Sin defectos» y «todo en comunión», sentenció Jordi Cruz. «Sutil y moderno a la vez», remató Pepe Rodríguez.
En su principal, Verónica homenajeó a Ribadesella. «Limpio, pulcro y elegante», juzgó Jordi Cruz. A Adrià también le encantó. Samantha Vallejo-Nágera vio demasiado clásico el emplatado para lo que en la salmantina es habitual.
«Es una tarta vertical fantástica», afirmó el chef que revolucionó la cocina mundial El Bulli cuando probó el postre de la andaluza, en el que fusionaba Oriente con Occidente.
El último plato de MasterChef 10 fue el postre de Verónica. «Es un platazo. Esto es un 10», aseguró Pepe Rodríguez. «Está espectacular», corroboró Samantha Vallejo-Nágera.

El juicio definitivo

Fue, y así lo reconocieron los tres chefs del programa, el duelo final más igualado que se recuerda en la edición española de MasterChef.
Se decantaron por la fusión de Oriente y Occidente que propuso la gaditana de origen chino. «Yo lo sabía», dijo la madre de la andaluza cuando Pepe Rodríguez la proclamó vencedora. En realidad lo sabía toda la España que sigue el programa casi desde el primer día.
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