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02 de mayo de 2024

Casanova y Jesulín, juntos en la prueba de exteriores

Casanova y Jesulín, juntos en la prueba de exterioresLa 1

‘MasterChef Celebrity’

Eduardo Casanova y Jesulín, la extraña pareja de ‘MasterChef’

El torero invitó a una corrida de toros al actor, que aceptó la propuesta

Van dos galas de MasterChef Celebrity 8 y ya sabemos que hay una extraña pareja y un caballito ganador. Y también que ese triunfador no será el moranco César Cadaval, que siguió los pasos de Genoveva Casanova la pasada semana y tomó la puerta de salida.
En el primer desafío de la noche, los jueces pidieron a los aspirantes que convirtiesen cuentos clásicos de la literatura infantil en platos. Guillem, Carla, Olivia y Alexia, ganador y exaspirantes de MasterChef Junior 9, fueron los encargados de catar. «¡Que se llevan a estos niños!», rogó Jorge Cadaval medio en broma, tras ser duramente juzgado por los (muy) exigentes niños. Su propuesta no fue acertada, al igual que la de Jesulín, que sirvió una carne «chiclosa». Tania Llasera presentó un plato «terrorífico». El influencer Daniel Illescas fracasó con un arroz crudo al que no se podía hincar el diente sin riesgo de correr un ídem. Blanca Romero sorprendió con un plato con exceso de Cabrales que olía a kilómetros… Fue elegida como la peor de la prueba: «Eso mola, tirarse al barro es lo más divertido», valoró. Los mejores fueron, por este orden, la modelo Sandra Gago y el jinete Álvaro Muñoz Escassi, al que se le está poniendo cara de caballito ganador.
En la prueba de exteriores, los celebrities viajaron a Jaén, cuna del aceite de oliva, para preparar un menú diseñado por David Pascual, finalista de MasterChef 10. Como capitanas ejercieron las dos peores del reto anterior, Tania Llasera y Blanca Romero. La primera formó en el equipo azul, que tuvo que elaborar un menú musulmán, junto a Sandra Gago, Álvaro Muñoz Escassi, Eduardo Casanova, Jesulín de Ubrique, Jorge Sanz y Miguel Diosdado. La segunda dirigió el conjunto rojo, formado por Laura Londoño, Jorge Cadaval, Palito Dominguín, Daniel Illescas, Toñi Moreño y César Cadaval, y al que le correspondió ejecutar un menú cristiano.

Protagonista Casanova

Casanova fue el protagonista de la prueba, el que más dio la nota. Quedó patente que no sabía ni pesar ni pelar una naranja. Se colgó del andamio-torreón donde estaban la capitana y Jordi Cruz y casi tiró la atalaya. Lo que sí tiró por los suelos fue un bizcocho; lo hizo sin querer, de una patada. El chef catalán preguntó al resto de los componentes del equipo si era «la oveja negra» o, en su defecto, «la oveja rosa» del equipo. Contestaron que no. Pero los hechos le delataban. Increíblemente, cuando llegó la hora de juzgarlo, el chef elogió a Casanova y le animó a creer más en él.
En medio del show de Casanova llegó el momento inesperado de la gala. Casanova se dirigió a Jesulín para elogiar un traje de torero que vistió en su día («en rosa y dorado»). Y se inició esta conversación:
Jesulín: ¿Te gusta la tauromaquia?
Casanova: Nunca he ido a una corrida de toros.
Jesulín: ¿No? ¿Quieres que te invite un día?
Casanova: Sí, no me importaría, la verdad.
Jesulín: Hay que conocerlo.
Casanova: Todo hay que conocerlo. Vale, yo voy a una corrida de toros y tú te vienes a una fiesta de travestis vestido de torero.
Jesulín: No, vestido de torero no.
Un usuario de Twitter se mostró preocupado por el futuro cinematográfico del actor y director: «Eduardo Casanova se acaba de quedar sin subvenciones». Y es que ya se sabe –Carlitos Alcaraz ha sido el último en sufrirlo– que aquel personaje público que vaya a los toros está expuesto a amenazas de cancelación social.
«Somos como dos gotas de agua», bromeó después Jesulín, que considera a Casanova «un tío que merece la pena conocer». «Lo que pasa es que muchas veces se acelera y acelera a todo el mundo», añadió.
En cuanto a la prueba en sí, ganó de forma holgada el equipo azul, donde brillaron el «titán» Escassi –caballito ganador– y la titana Tania Llasera, que fue elegida la mejor del reto.

Prueba de eliminación

En la última prueba de expulsión, los delantales negros –el equipo rojo al completo– tuvieron que cocinar un plato para sorprender a los jueces. El reto fue adobado por los chistes de El Monaguillo. Y por la pluma (Casanova dixit) del pesado de Luca, aquel chaval que sin saber cocinar fue avanzando en la anterior edición de anónimos y se quedó a nada de la final. A esa misma hora, estaba entrando, en vivo y en directo, en la casa de Gran Hermano. Hay curiosidad por saber si cocinará más en Telecinco que en La 1. El expulsado resultó ser César Cadaval, que presentó un conejo incomible.
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