'El hombre que pudo reinar': dos buscavidas a la conquista de un sueño

Llegados a estas fechas de Reyes, uno no puede evitar tener momentos de nostalgia recordando nuestra propia infancia y juventud. A medida que crecíamos, en buena medida nuestra educación sentimental venía marcada por las lecturas de autores como Stevenson, London, Kipling o Conrad, y por las películas que veíamos en las sesiones dobles del cine de nuestro barrio, que nos permitía vernos inmersos en emocionantes aventuras en Technicolor, con personajes fascinantes, en lugares lejanos y exóticos, permitiéndonos escapar, aunque solo fuese por unas horas, de una existencia más bien gris. De paso, además de aprender algo de geografía e historia, nos hacíamos conscientes de las complejidades de la condición humana, y el visionado de esta película precisamente nos puede servir para volver a sentir esas mismas emociones.

Ambientada en la India británica del siglo XIX, la trama sigue a dos exsoldados británicos, Daniel Dravot (Sean Connery) y Peachy Carnehan (Michael Caine), quienes se embarcan en una audaz expedición hacia la remota y mítica tierra de Kafiristán, armados con veinte rifles, su astucia y su valor. Su objetivo: convertirse en reyes y acumular riquezas inimaginables explotando a los ingenuos habitantes locales.

Más allá de narrar unas entretenidas peripecias, Huston nos propone hacer, junto con los protagonistas, un viaje exterior e interior, moral y personal. El sentido auténtico de la amistad, el valor ante la adversidad, el empeño en conseguir nuestros sueños, así como los peligros de la ambición desmedida, y de los delirios de grandeza, son algunos de los temas que nos plantea el director.

Merece destacarse, además de las impresionantes localizaciones, las poderosas actuaciones de Connery y Caine. La química entre los dos protagonistas es palpable, y su interpretación de unos personajes complejos agrega profundidad a la historia. Les acompañan en el reparto Christopher Plummer, Shakira Caine y Saeed Jaffrey. La hábil narrativa de Huston se ve complementada por la brillantez técnica de la película, que incluye la cinematografía de Oswald Morris y la emotiva banda sonora de Maurice Jarre.

Frente a la pirotecnia visual y la sobredosis de efectos digitales que caracteriza a buena parte de la producción cinematográfica actual, El hombre que pudo reinar tiene dos cosas que difícilmente se pueden sustituir con piruetas tecnológicas. Tiene corazón y alma, y pese a los embates del paso del tiempo, las aventuras y desventuras de estos dos trúhanes nos siguen cautivando.

- Puede verse en Filmin. Se puede alquilar en Apple TV.

• Pedro Lainez es realizador, productor creativo y profesor de la Universidad San Pablo CEU