Fernando Simón reaparece en el programa de Évole con Salvador Illa: «Yo era testigo de mentiras flagrantes»

Después de la entrevista del domingo pasado a Eduard Fernández, ganador del Goya al mejor actor por su interpretación en la película Marco, el programa de La Sexta Lo de Évole promociona la entrevista a Fernando Simón que emitirá el próximo domingo y en la que también interviene Salvador Illa. Cinco años después de la pandemia, los dos portavoces que informaban de la crisis sanitaria –Simón, como director del Centro del Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias; Illa, como ministro de Sanidad– han conversado con Jordi Évole.

«Ni te lo crees cuando lo estás haciendo. Te ves como fuera y dices: ‘pero, ¿qué dice ese? Y ese eres tú», confiesa Fernando Simón al recordar su papel como portavoz cinco años atrás.

«¿Se acuerda de aquel eslogan de saldremos mejores? ¿Usted se lo creía?», le pregunta Évole. «Yo me lo creía», responde Simón en un avance de la entrevista.

«¿No se encontró en algún momento con la cara fea de la política?», pregunta el presentador.

«Sí. Barro, barro sucio. Yo era testigo de mentiras flagrantes que se decían en voz de alta, o de llegar a acuerdos y que luego al salir se decía absolutamente contrario de lo que se había acordado».

En los avances del programa, como es habitual en el caso de Évole y La Sexta y sin que a nadie le pueda sorprender, ya se aprecian los derroteros que toma la entrevista y el sesgo ideológico y partidista de la charla.

«Hemos conseguido tener un sistema sanitario que da atención a toda la población sin tener ningún miramiento en quién eres, qué ganas, qué no ganas… ¿Por qué no fomentarlo?», se pregunta Simón.

«En España murieron más de 120.000 personas…», empieza a plantear Jordi Évole a Fernando Simón cuando este interrumpe la pregunta: «Siete millones en el mundo», comenta Simón. Es en esa parte del avance de la entrevista cuando ya queda demostrado lo que se atisbaba desde el principio: que la entrevista de Évole a Fernando Simón y a Salvador Illa, además de un lavado de imagen, es un nuevo y desesperado intento de atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con el manido –y fallido una y otra vez– por la gestión en las residencias.

«¿Qué le parecieron estos protocolos?», pregunta Évole. «A mí me resulta difícil de entender pero es la prerrogativa de la Comunidad de Madrid y entiendo que la responsabilidad se tiene que exigir a quien tomó la decisión», responde Simón.

Entra entonces por la puerta Salvador Illa. Fernando Simón reacciona con alegría, con una risa incluso. Los dos se funden en un abrazo. Illa comienza a hablar: «He procesado después de ser ministro emocionalmente muchas situaciones que aquí no pude procesar emocionalmente».

«¿Les ha sorprendido que haya habido corrupción alrededor, por ejemplo de las mascarillas?», plantea Évole.

«Cuando hay comisionistas, familiares… hay que llegar hasta el final. Me ha decepcionado mucho», contesta Illa.

«El peor momento fue cuando llegamos prácticamente a los 1.000 muertos en un día. Ese fue quizás el momento más duro», explica Fernando Simón al final del avance de la entrevista.