
El actor Eduard Fernández decidió hablar por primera vez de sus problemas con el alcohol, las drogas y la depresión
Televisión
Eduard Fernández confiesa a Évole sus adicciones: «Lo mío era el alcohol, lo mezclaba con cocaína...»
El actor, reciente ganador del Premio Goya por su papel en Marco, se abrió en canal en la entrevista emitida en La Sexta
Un día después de ganar el Goya a mejor actor por su papel en Marco, Eduard Fernández se abría en canal junto a Jordi Évole. El presentador se trasladó hasta la casa del Pirineo del actor catalán para llevar a cabo la entrevista. El único requisito que puso el intérprete a la hora de concederla fue que se emitiese después de la gala de los Premios del cine español.
El padre de Greta Fernández se confesó con el presentador de La Sexta como nunca y habló de sus adicciones, así como de la persona que le ayudó a salir del alcohol y la cocaína. «Tu nunca has hablado de tus adicciones», le decía el presentador. «Público no. Públicamente, creo que no», le contestaba, antes de confesar que su droga era el alcohol.
«Que mezclaba con coca, sí, también. Hay épocas que sí y otras que no, que no me meto coca, pero sí alcohol. Te das cuenta de que si tomas dos, tres, cuatro chupitos, ya puedes funcionar. Entonces recuerdo que cuando empecé a beber a las 12 de la mañana los chupitos, pues es como aquellos que van a un bar a tomar un café, yo un chupito. Iba con un poco de vergüenza, porque yo pedía mi chupito. Y la adicción da vergüenza, da mucha vergüenza», explicó el actor de El 47.
«Tardas tiempo en ver que tienes un problema. Y todos los adictos... Es como una centrifugadora. Vas dando vueltas y vueltas. 'Hace un mes que no bebo y tal, no me meto nada..'», reconoció a su vez. «Un adicto generalmente para engañarse a sí mismo... Porque un adicto miente. Y si te mientes a ti mismo, pues mientes a los demás. Un adicto tiene que pedir ayuda, hacer el acto de humildad y decir ' Ayúdame, que yo no puedo'».
Cuando Évole le pregunta por qué ha decidido explicar ahora su problema, Fernández responde: «¿Y por qué no? Lo he pensado mucho, si explicarlo o no. Había mucha gente que me decía: «Edu, no lo cuentes. Ahora que estás en un momento tan bueno, ¿por qué quieres contarlo?» Pues porque hay mucha gente a la que iría muy bien darse cuenta de esto, llega un momento en que las cosas deben ponerse en su sitio».
El actor, a su vez, comparó el alcoholismo con la depresión, enfermedad que él también experimentó cuando se separó de Esmeralda Berbel, la madre de su hija Greta, con la que llevaba 25 años casado. «Quien sufre depresión no es alguien que es raro y que, además, es culpable por estar mal», dijo. «La ruptura fue difícil, separarte con alguien que has tenido una hija, un amor tan profundo... Es el fracaso de un proyecto».
En la actualidad, comparte su vida con Ainhoa Aldanondo, casi veinte años más joven que él. La también actriz fue clave en su recuperación. «Era una época en la que estaba mal, iba llorando por la calle. La gente que tienes cerca y te quiere es la que te puede decir 'Edu, no vas bé'. Fue mi pareja, me empujó a buscar ayuda profesional. Me dijo esta frase: 'Te quiero mucho, pero así no'. Eso me hizo ver que me hiciera responsable de lo mío», se sinceró.
"Estuve tres meses viviendo en el centro. Dejar de beber es lo más fácil, pero luego te empiezas a ver. En los rodajes no consumía cocaína, pero bebía algo. El teatro sí da miedo, son palabras mayores. Antes de estrenar sientes terror. Irías a cualquier sitio antes que al escenario. Yo antes tenía que beber tres o cuatro chupitos de whisky», reconoció antes de recordar a Évole que la condición de adicto no termina una vez que se sale del centro, sino que acompaña al afectado el resto de su vida.