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Emiliano García-Page, junto a Risto Mejide, en 'Viajando con Chéster'Mediaset

García-Page: «Sánchez es el secretario general al que menos se le tose desde que milito en el PSOE»

Falta de presupuestos, cambios de opinión «no sé cuántas veces en semana» y cesiones al independentismo, el presidente de Castilla-La Mancha ha criticado el proceder de su partido

En medio de los estragos de Letur causados por la dana, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aparecía en Viajando con Chester junto a Risto Mejide. Las riadas se cobraron la vida de siete personas en la comunidad autónoma.

El toledano, como en otras ocasiones, se salió de la línea de su partido y defendió a su homólogo valenciano, Carlos Mazón. «El peor homenaje que haríamos a las víctimas es no sacar conclusiones de una crisis», comentaba García-Page. También revelaba que, además de su visita, los Reyes le llamaron en varias ocasiones para interesarse por las familias afectadas.

La militancia, «hermanitas de la caridad»

Un «laberinto permanente», así es como ha definido esta legislatura, avocada a unas elecciones. El líder castellanomanchego, junto a Risto, ha criticado la deriva del partido socialista, con Pedro Sánchez a la cabeza. «Quizá en esta última época es cuando más se están sometiendo a tensión los cimientos», arrancaba, añadiendo que «hay momentos en lo que lo más progresista es ser conservador». El presidente autonómico votó en las primarias de 2014 a Pedro Sánchez, pero «sin duda de ningún tipo» votaría a Eduardo Madina si volviera atrás en el tiempo.

Así, ha evidenciado la falta de autocrítica que existe entre la militancia socialista, a las que ha calificado como «hermanitas de la calidad». «Creo que a Pedro Sánchez es al secretario general del PSOE que menos se le tose desde que estoy militando», aseguraba, a la vez que se refería a Rubalcaba como la figura que más lo ha sufrido.

Falta de presupuestos, cambios de opinión «no sé cuántas veces en semana» y cesiones al independentismo han centrado una exposición en la que descartaba presentarse a la secretaría general del partido.

«Puigdemont es el que manda, se está saliendo con la suya»

«Por primera vez en muchísimo tiempo, desde que soy afiliado, se están poniendo en cuestión elementos centrales, cimientos» del PSOE, decía García-Page, señalando «la falta de concepción de España» como la primera, así como la improvisación constante. «Una cosa es tener el Gobierno y otra gobernar», sentenciaba. Del mismo modo, arremetía contra la visión de la actuación según las circunstancias: «La política consiste no en explicar las circunstancias que se rodean, sino en cambiarlas», decía.

Sacaba pecho por ser el primero de haber pactado con Podemos, para afirmar después que «las coaliciones son carísimas». «En términos de estabilidad real, de objetivos y económicamente, sin duda ninguna», el Ejecutivo de Sánchez no está siendo una excepción. De la misma forma, criticaba el populismo que «cuando se cuelan en las instituciones es más grave que en la oposición» y apelaba a la separación de poderes: «los jueces tienen que cumplir con su papel, el Gobierno el suyo y el Parlamento el suyo. Ese equilibrio es el que nos representa».

«Hay muchas cosas que no entiendo desde mi óptica socialista», proseguía el líder castellanomanchego, tras afirmar que todo lo que hace la izquierda no necesariamente se trata de políticas progresistas. «Por ejemplo, pactar con lo que es para mí extrema derecha, que es Puigdemont», añadía. «Si para algo surge la izquierda es para luchar contra el egoísmo y el independentismo no deja de ser la expresión más radical del egoísmo colectivo», explicando que la coartada era el lema «España nos roba».

García-Page afirmaba con rotundidad que «Puigdemont es el que manda, se está saliendo con la suya. Está aprovechando la carambola del 23J muy bien menos para lo que quería, salir inmune de los tribunales».

Y, tras preguntarle Risto por el último mensaje que compartió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vio la luz uno de los detalles de la noche: «Que cambió su número de teléfono me pone», decía García-Page tras consultar su chat de WhatsApp. Era inevitable la comparación con el fiscal general, Álvaro García Ortiz. «No se le borran, de hecho no se borra solo», agregaba el presidente autonómico.