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Buenafuente durante 'Futuro imperfecto'

Buenafuente durante 'Futuro imperfecto'RTVE

'Futuro Imperfecto': Buenafuente cobra 3 millones por reírse de políticos de derecha, de la Iglesia y del Rey Juan Carlos

Un premio a su fidelidad con el poder que ha provocado un enfado monumental de los sindicatos de TVE en Cataluña por no contar con los trabajadores del centro

«Vuelve Buenafuente», así anunciaba TVE durante La Revuelta de Broncano, el ¿regreso a dónde?, porque el cómico sólo estuvo en la 1 de TVE presentando dos años, 2010 y 2011, la Gala de los Premios Goya.

En prime time, tras el alicaído Broncano, apareció en la 1, Futuro Imperfecto, dirigido, presentado y cobrado por Andreu Buenafuente, el último fichaje millonario del presidente del ente público, Pablo López, deseando que le dé más alegrías que sus desastrosos programas: Familia de la tele o Malas Lenguas, que rozan el codificado en audiencia.

Andreu Buenafuente, cómico monologuista, ha cerrado un contrato con TVE de tres millones de euros (menos 346 euros) por un programa semanal de una hora que facturará El Terrat Gestiones XXI, su empresa de siempre y con un enfado monumental de los sindicatos de TVE en Cataluña por no contar con los trabajadores del centro. «El presidente Pablo López, ha tragado con todas las imposiciones de la productora de Buenafuente. RTVE está en manos de alguien que no cree en lo público, que piensa que sólo le importa la audiencia».

Con este tenso ambiente, ha debutado Buenafuente con un programa grabado el 6 de mayo (el directo es clave en este tipo de programas) desde el teatro de LaFACT de Terrassa con 700 personas de público y con un contenido similar al que ha utilizado toda su carrera profesional y que le ha funcionado, sobre todo, en cadenas de pago y canales secundarios, donde la audiencia tiene menos exigencia.

«El odio tiene mejor marketing —ha comenzado su monólogo— que la bondad, pero el humor puede más que el odio». El resto del monólogo, el vídeo político, los comentarios jocosos siempre hacia la misma dirección: excepto el inicio del vídeo en el que aparecen: «los machirulos en destrucción», y un atlético Sánchez, da paso a Errejón, Monedero y Ábalos. El resto: Esperanza Aguirre, Isabel Díaz Ayuso, Feijóo, Elon Musk, Donald Trump… ridiculizados, eso sí, con su humor.

El Rey y la Iglesia

Buenafuente no se olvida del apagón: «La presidenta Beatriz Corredor de Red Eléctrica es registradora de la propiedad… Como Rajoy, que fue presidente del Gobierno y también es registrador de la propiedad».

La Iglesia está presente siempre en los monólogos del cómico. No podía fallar en su debut y aprovechar la elección del papa para mofarse: «poner la chimenea es la única reforma que ha hecho la iglesia en 2.000 años». Es el chiste fácil, pero cargado de intencionalidad para hacer daño. El cardenal keniano John Njue no entró en la Capilla Sixtina, el papa Francisco lo prohibió … Buenafuente apostilló: «Eso de perdonar no es para todos». Y para finalizar su rechazo a la Iglesia, nombró papa a un invitado del público. Las actuaciones/monólogos de Buenafuente son casposas, reiterativas, faltonas siempre hacia la misma dirección (no faltó la cita burlesca hacia el rey Juan Carlos).

Futuro Imperfecto ha sido un premio a su fidelidad con el poder y decide su contenido, por eso se ha permitido el lujo de fichar a su mujer, la cómica Silvia Abril, para que imite a la cantante Melody. Lo más «novedoso» del estreno ha sido la colaboradora Tamara García Romero presentando un informativo con vídeos de TikTok y el cierre con el humorista Raúl Cimas que le ha dado una lección de cómo hacer humor inteligente sin fobias ni enemigos programados. Buenafuente está de pie, entra en el plató Cimas y le dice: «Le ponen una carroza a Belén Esteban y tú aquí de pie». Inmenso.

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