Morgan Freeman elige la mejor película de su carrera (y no es 'Cadena perpetua')

Puede que tuviese que esperar alrededor de 50 años para triunfar en el cine, pero en este caso en concreto la espera se hace corta si la recompensa es poder disfrutar de su valía ante la cámara. Sobre todo porque, a pesar de su inicio tardío, Morgan Freeman ha sido capaz de atesorar grandes clásicos en su filmografía.

Tras haber interpretado el papel en Broadway, fue el candidato estrella para repetir el papel de Hoke Coleburn en la adaptación cinematográfica de Paseando a Miss Daisy, que ganó el Oscar a la mejor película y le valió su primera nominación a mejor actor. Tras él vinieron otros como Sin perdón, Seven, Million dollar baby, Invictus o la trilogía de Batman de Christopher Nolan.

Sin embargo, hay quien todavía le recuerda únicamente por Cadena perpetua. Pocos saben que este drama carcelario está basado en un relato de ficción y menos aún que es obra de Stephen King. El conocido como maestro del misterio vendió los derechos de su historia por un dólar a un cineasta emergente que ya había adaptado en un cortometraje una de sus novelas.

El resultado es esta obra maestra que fracasó en taquilla en su estreno, pero que, gracias a su presencia en los Oscar y su posterior lanzamiento en VHS vivió una segunda vida convirtiéndose en el clásico de culto que es hoy. Tim Robbins y Morgan Freeman abanderan esta historia de redención que nos ha hecho soñar más de una vez con viajar hasta Zihuatanejo.

El único que no debe estar orgulloso del resultado de la película es el propio Freeman, que no ha dudado en criticarla abiertamente asegurando que está harto de que le pregunten de forma constante al respecto. Además, también ha dejado claro que no disfrutó de nada del proceso, ya que tuvo bastantes problemas durante el rodaje con su director, Frank Darabont.

Tiene sentido, por tanto, que no encuentre en los trabajos favoritos de su filmografía. Cuando The Guardian le preguntó qué película de todas las que había hecho, el intérprete simplemente dijo Tiempos de gloria.

«Era una película entretenida, pero también una lección de historia. De niño, aprendí historia estadounidense en las películas. Pero solo los blancos eran historia. Ya sabes, veías una película ambientada en el futuro, después de que el mundo hubiera sido bombardeado hasta desaparecer, y solo quedaran unas pocas personas, y te dabas cuenta de que esas pocas personas eran blancas. Pensé: 'Un momento, ¿dónde están los demás?'».

Dirigida por Edward Zwick, Tiempos de gloria detalla los esfuerzos por integrar a los soldados negros en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil, beneficiándose de la magnífica labor de actores secundarios de primer nivel como Morgan Freeman, Cary Elwes y Andre Braugher, aunque es la actuación, a menudo electrizante, de Denzel Washington la que eleva la trama y la convierte en clásico. De hecho, fue él quien se llevó el Oscar a mejor actor de reparto –uno de los tres que ganó la película junto a mejor fotografía y mejor sonido–.