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Fotograma de Avatar: Fuego y Ceniza

Fotograma de Avatar: Fuego y Ceniza

Cine

Lo que cuesta 'Avatar 3' y el récord que necesita para no perder dinero

Es una de las películas más caras jamás rodadas y, paradójicamente, podría perder dinero incluso llenando salas

Cuando Avatar se estrenó en 2009, James Cameron no solo cambió la historia de la taquilla, también alteró para siempre la economía del cine comercial. Más de quince años después, la saga vuelve a colocarse en el centro del debate con Avatar: Fuego y ceniza, una superproducción que promete ser uno de los grandes acontecimientos cinematográficos de 2025 y, al mismo tiempo, uno de los mayores riesgos financieros de Hollywood.

La tercera entrega del universo Pandora se estrena mundialmente en diciembre de 2025 y llegará a los cines españoles el 19 de diciembre. El creador de la saga regresa a Pandora con Jake Sully y Neytiri, interpretados de nuevo por Sam Worthington y Zoe Saldaña, junto a la familia Sully. El reparto reúne a rostros ya habituales como Sigourney Weaver, Stephen Lang y Kate Winslet, además de Oona Chaplin, Cliff Curtis, Edie Falco, David Thewlis, Giovanni Ribisi y Jemaine Clement, entre otros. El guion está firmado por el propio cineasta junto a Rick Jaffa y Amanda Silver.

Fotograma de la película Avatar: Fuego y ceniza

Fotograma de la película Avatar: Fuego y ceniza

En lo narrativo, la película continúa el conflicto iniciado en las dos primeras entregas. La historia sigue a Jake y Neytiri en un Pandora cada vez más tensionado, donde la amenaza humana persiste, pero ya no es el único frente abierto. Esta vez se introducen nuevos clanes na’vi y se exploran regiones más áridas y volcánicas del planeta, alejándose del entorno acuático de El sentido del agua. El realizador ha adelantado que esta tercera parte profundiza en las divisiones internas entre los propios na’vi, plantea dilemas morales más complejos y adopta un tono más oscuro, en el que la lucha también es interna, tanto para Pandora como para la familia Sully.

Más allá de la historia, la gran pregunta está en el dinero. Avatar: Fuego y ceniza ha costado muchísimo. Solo el rodaje y la producción superan los 400 millones de dólares (unos 370 millones de euros). A eso hay que sumar la campaña de promoción mundial, que suele ser enorme en este tipo de estrenos y que los expertos calculan entre 100 y 175 millones de dólares más (entre 92 y 161 millones de euros), como explica Xataka. En total, el gasto de la película podría situarse entre 500 y 575 millones de dólares, es decir, entre 460 y 530 millones de euros.

¿Por qué una cifra tan alta? Porque Avatar no funciona como una película normal. Cada entrega implica desarrollar tecnología nueva: sistemas avanzados de captura de movimiento, escenarios digitales extremadamente complejos y años de trabajo en postproducción. Muchas escenas no se ruedan una sola vez, sino que se perfeccionan durante años hasta alcanzar el nivel visual que busca la franquicia. En la película anterior, por ejemplo, el equipo tardó más de un año solo en crear la tecnología necesaria para rodar bajo el agua. Aunque ahora parte de ese trabajo ya está hecho, los costes siguen creciendo. A esto se suman los salarios de un reparto muy amplio y los acuerdos especiales del director, que participa en los beneficios. En la práctica, Avatar funciona como una gran maquinaria industrial que se mantiene activa durante más de una década.

Fotograma de la película Avatar: Fuego y ceniza

Fotograma de la película Avatar: Fuego y ceniza

Con estos números, la rentabilidad se vuelve complicada. En Hollywood se suele asumir que una película necesita recaudar al menos dos veces y media, lo que ha costado producirla para empezar a ganar dinero, explica el citado medio. Esto se debe a que el estudio no se queda con todo lo que se recauda en taquilla. En el caso de Fuego y ceniza, eso significa que tendría que superar los 1.000 millones de dólares (unos 920 millones de euros) solo para no perder dinero.

El ejemplo de Avatar: El sentido del agua ayuda a entenderlo. La segunda entrega recaudó 2.320 millones de dólares en todo el mundo, una cifra gigantesca. Sin embargo, las salas de cine se quedan con una parte muy importante de ese dinero: alrededor del 50 % en Estados Unidos, cerca del 40 % en otros países y hasta el 75 % en China. Al final, de esos más de 2.300 millones, Disney ingresó algo más de 1.000 millones de dólares netos. Es decir, incluso un éxito descomunal necesita cifras récord para ser realmente rentable.

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