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19 de abril de 2024

Gustavo Caillebotte

Gustavo Caillebotte

Caillebotte, maestro impresionista y el fenómeno del mercado del arte: de 188.000 euros a 49 millones

Desconocido hasta hace poco, su revalorización ha tomado por sorpresa al panorama artístico. Impresionista, impulsor del movimiento y mecenas del arte, este pintor mostró la vida cotidiana de las calles del París de la Belle Époque

El museo d'Orsay ha adquirido recientemente la obra del maestro Gustave Caillebotte (París, 1848 –Gennevilliers, 1894) Paseo en la barca (1877–1878), donada por el conglomerado de moda y lujo francés LVMH (propietario de Louis Vuitton, entre otras marcas), valorada en 43 millones de euros.
El museo, que ahora cuenta con quince lienzos de Caillebotte, tan solo obtuvo dos de ellos (El café y El nadador) de manera directa, hace ochenta años. No es de extrañar teniendo en cuenta los altos precios que sus obras están alcanzando y que el museo obtuvo de presupuesto nada más que tres millones para nuevas adquisiciones, una cantidad mínima si contamos con que el valor los cuadros de grandes artistas suelen superar varios millones.
Varias de las instituciones de arte más importantes del mundo andan a la caza de un Caillebotte. Hace dos años, el museo J. Paul Getty de Los Ángeles aumentó su colección con Hombre joven en su ventana (1875) gracias a la casa de subastas Christie's, valorado en 49 millones de euros, el récord del pintor.

Una revisión histórica

Para comprender el cambio, Beatriz Ordovás, directora de Christie's España, explica que: «La obra de Caillebotte siempre ha sido apreciada por los expertos y amantes del arte impresionista. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos pocos años cuando la apreciación por su arte no ha parado de crecer».
Concretamente, a partir de los años 90, cuando gracias a las exposiciones que se hicieron sobre él, se revalorizó su figura. Primero en 1994, con la exposición «Gustave Caillebotte: Urban Impressionist» organizada por el propio Museo de Orsay junto con el Art Institute de Chicago. Después, en 1996, a través de «Gustave Caillebotte. The Unknown Impressionist», en la Royal Academy of Arts de Londres.
A principios del año 2000 todavía se podían comprar obras menores del artista por alrededor de 188 mil euros. Tal fue el caso de Cobertizo en el jardín de Petit Gennevilliers, vendida en 2001 por 212 mil euros; El Sena y la punta de L'lle Marande, por 175 mil en 2004; o Paseo de Argenteuil por 158 mil en 2006. Pero es a partir de 2010 cuando se elevó el precio de sus cuadros en el mercado privado hasta alcanzar en 2019 los 15 millones de euros por su obra Camino cuesta arriba. Desde entonces, la obra del pintor no ha bajado de los dos millones y medio.
En España, ha sido el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza quien ha dado a conocer el artista gracias a su exposición del 2016, «Caillebotte, pintor y jardinero». No obstante, la institución lo consideró como un pintor menor, no dándole mucha importancia y exponiendo su muestra en una sala secundaria, en el sótano.

Bien de interés cultural

Hoy en día la fama del pintor se excede: el gobierno francés declaró en 2020 a Caillebotte bien de interés cultural. Gracias a esto, el grupo LVMH pudo desgravarse el 90 % del importe de la donación, en lugar del 60 % o 40 % que habría obtenido en el caso de tratarse de cualquier otra obra.
El artista, a pesar de pasar tanto tiempo desapercibido, fue una figura clave para el impresionismo. Para empezar, no ejerció tan solo como pintor sino también como mecenas del resto de impresionistas –su familia era rica gracias a su fábrica de confección de uniformes militares— considerados entonces como unos excéntricos por independizarse del arte convencional.
'Joven en la ventana', de Gustave Caillebotte, 1875

'Joven en la ventana', de Gustave Caillebotte, 1875Historia Arte

Incluso en un primer momento, ni siquiera el propio Caillebotte encajó con los 'independientes' –nombre que recibían los impresionistas– pues no empleaba la misma técnica de una pincelada suela y juego del color, sino que todavía se sentía muy unido a la línea. Sin embargo, debido a su escenografía se le consideraba como un disidente. Con el tiempo, la pincelada del artista se fue volviendo más y más libre.
Aunque no encajó en un principio, una figura importante se fijó en él: el pintor Edgar Degas (París, 1834 – París, 1917), con quien trabajo amistad y gracias al cual pudo exponer su obra en la segunda exposición impresionista, en el año 1876.

Belleza en el día a día

La obra de Caillebotte es principalmente conocida por sus escenas del París de la Belle Époque: imágenes cotidianas, hombres y mujeres que pasean, van en barca o simplemente, observan la ciudad. Los acuchilladores de parqué (1875) es una de sus obras más conocidas, perteneciente al museo d'Orsay que a pesar de su éxito actual, no gustó nada en su tiempo, ni por su perspectiva, ni modelos, ni temática.
Sin embargo, Caillebotte siguió adelante. Con ojo para representar la belleza de la cotidianeidad y la nueva forma de vida moderna, su obra, infravalorada hasta hace poco, consigue el éxito que se merece.
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