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26 de abril de 2024

'La Muerte de Séneca' (1675) de Luca Giordano

La Muerte de Séneca (1675) de Luca Giordano

Estoicismo o epicureísmo, ¿cuál de las dos filosofías es mejor para afrontar la vida moderna?

Un principio que las une es el de la ataraxia o el «estar tranquilo». ¿Qué mayor anhelo de nuestro tiempo puede haber que erradicar la preocupación, la ansiedad o el estrés?

El carácter práctico de sus enseñanzas hacen de estos movimientos filosóficos clásicos, el estoicismo y el epicureísmo, dos suertes de manuales para vivir, incluso en la época actual. El hombre individual y la vida como protagonistas entonces y ahora. Epicuro decía que la filosofía buscaba quitar el dolor del alma como la medicina el del cuerpo. El atractivo de sus proposiciones, de sus principios, sin posesiones, con pautas marcadas, con metas sencillas, pero ansiadas por el hombre moderno en su ritmo de vida frenético.

La felicidad en la razón

Ideas como que la felicidad no se consigue comprando cosas llaman la atención en la actualidad. El materialismo y el consumismo latentes como enemigos, el antídoto de la filosofía mágica que promete curar todos nuestros males y ansiedades. Bastones antiguos para enfrentarse a la vida moderna, pero, ¿cuál de las dos se adapta mejor a las necesidades del XXI? ¿Es fácil distinguirlas? Un principio que las une es la búsqueda de la ataraxia o «estar tranquilo». ¿Qué mayor anhelo de nuestro tiempo puede haber que erradicar la ansiedad o el estrés?
Lo que sucede es que ambas filosofías emprenden caminos distintos para alcanzar ese estado ideal que tanto tiene que ver con el placer. Los epicúreos buscan el placer del alma con prudencia, es decir, ha de buscarse el placer prudente que no acarree consecuencias negativas que destruyan el ideal del placer. Los estoicos, en cambio, no lo buscan, o no exactamente, sino la racionalidad estricta, sin espacio para el afecto o la pasión. La naturalidad del estoico es la razón y la del epicúreo el placer. ¿Está preparada la sociedad moderna para seguir sus instintos racionales y placenteros?

El placer controlado

Si a un hombre de hoy se le dice estoicamente, por un lado, que el placer es perjudicial, y por otro, el epicúreo, se le dice, al contrario, que su búsqueda (la del placer) es el objetivo, ¿hacia qué dirección se mueve? Puede que hacia las dos a la vez. El recorrido de ambos pensamientos parece no tener fin. El estoicismo de moda y el epicureísmo de moda. El estoico cristiano, los principios paralelos: «Nada te turbe, nada te espante», escribió en verso santa Teresa como santa estoica. Claro está que el placer al que señala Epicuro en realidad es contención, es El Arte de la Prudencia de Gracián. El placer controlado para que no deje de ser placer.
El placer racionalizado que no es tan placer como parece en el sentido convencional, pero sí presenta el placer como la promesa de la desaparición de los miedos y la angustia vitales, toda una tentación que paradójicamente rehúye la tentación. Aparece de por medio el misticismo, el ascetismo, la mezcolanza de recogimiento codiciada por la modernidad en su vorágine. Epicuro considera, por ejemplo, el deseo sexual como algo natural, pero no necesario. El estoico vive de acuerdo a la naturaleza, aceptando su destino y disminuyendo la intensidad de los sentimientos y las pasiones: de los deseos. Dominio del miedo o aceptación del mismo: ¿Qué y cómo lo prefiere el hombre moderno?
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