Retrato de Voltaire (1784) de Moreau le Jeune
Diez frases de Voltaire, el genio con el que chocaría la idea de una amnistía
El 21 de noviembre de 1694 nació François-Marie Arouet, escritor y filósofo, miembro de la Academia francesa y una de las grandes figuras de la Ilustración
Voltaire era su pseudónimo y la brillantez su característica personal. Rousseau fue su enemigo y Cándido su gran obra, donde fustigó sin piedad a Leibniz, quien aseguraba que el mal en la existencia es mucho menor que el bien. Precisamente Voltaire, que en alguna ocasión se hizo llamar también Bénédictin, creía en lo opuesto. El antirreligioso que por ello se negó a aceptar cualquier dogma, hoy se negaría a aceptar los nuevos preceptos que pretenden ocupar el lugar de los credos.
Liberal hasta el extremo de hacerse extraordinariamente rico («cultivó su jardín» desde el suelo hasta las copas de los árboles) como único medio para ser libre, su misión en la vida fue luchar contra la intolerancia de todos los modos en todas las formas de esta. Irónico prodigioso, menudo Cándido sencillo le hubiese dedicado a Sánchez, habiéndoselo casi dedicado a Zapatero tres siglos antes.
La «igualdad» de Sánchez
Es incluso posible que el final (y desarrollo) amable de su obra más conocida hubiera sido todo lo contrario si en vez de en Leibniz se hubiera inspirado directamente en Sánchez (o en Zapatero) a propósito de las teorías de ambos sobre la igualdad (en el caso del presidente las teorías actuales sobre la igualdad, porque dentro de un tiempo serán otras, como lo fueron antes).
El optimismo (el de Cándido) zapateriano, esa suerte de Atila que engendró a Sánchez, se hubiera transformado por este en ira y sátira sencilla y punzante porque la ley (dijo Voltaire y no solo el Rey Juan Carlos) debe ser igual para todos. El escritor, filósofo o historiador creía en preservar el interés del individuo por medio de un pacto social que permitiese la convivencia: casi lo perfectamente antagónico a los pactos de Sánchez, convenidos no solo por su propio interés y no el de todos, sino además contra la mayoría.
Voltaire se opuso a todo lo que no estuviera fundado en la razón, como la reciente investidura que fue posible gracias al acuerdo previo de la amnistía frente a todas las variantes no ya del raciocinio, sino de la cordura. La tiranía que estaba en en el punto de mira de su pluma, con la que disparó a discreción.