Los periodistas Andreu Buenafuente y Jordi Évole, entre otros, el pasado lunes en Barcelona
La manifestación de Évole, Buenafuente o Carlos Bardem contra los jueces y junto al independentismo radical
Bajo el lema «Protestar no es terrorismo» los manifestantes pidieron que se retirasen las imputaciones a los involucrados en las protestas en contra de la sentencia del Procés
Bajo el lema «Protestar no es terrorismo», el periodista Jordi Évole, (el mismo que entrevistó a Otegi y bromeaba y se hizo fotos con él abrazados) el cómico Andreu Buenafuente o el actor Carlos Bardem (quien ha respaldado otras manifestaciones en favor de los presos de ETA), entre otros, se plantaron junto a la catedral de Barcelona el pasado lunes para leer un manifiesto contra las investigaciones de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo a Tsunami Democràtic.
Consideran que estas actuaciones no son más que una «herramienta para desgastar al Gobierno central y la actividad parlamentaria». También que dichas pesquisas del juez García-Castellón son una «injerencia» del poder judicial en el poder legislativo y piden que se tomen medidas para que la justicia no sea una «herramienta de persecución política».
«Desjudicialización»
La petición pública de «desjudicialización» (de «desdemocratización») en todo su esplendor y sin tapujos, en línea con el Gobierno y sus motivaciones para conseguir la amnistía. Para ello pide que se retiren las imputaciones de terrorismo a los involucrados en las protestas en contra de la sentencia del Procés: el blanqueamiento de la delincuencia.
Òmnium y la Asamblea Nacional Catalana como organizaciones protagonistas, y entre las personas se encontraron Mónica Terribas, exdirectora de TV3 y experiodista en Catalunya Radio que llamaba en directo «presidente» a Puigdemont y «presos políticos» a los consejeros de la Generalidad encarcelados, Jordi Basté o los músicos Nacho Vegas o Fermín Muguruza, ex del grupo Kortatu, declarado abertzale y excandidato de Euskal Herritarok al Parlamento Europeo.
«Limitar los derechos fundamentales»
La periodista Ana Polo dijo que «En los últimos años se ha visto cómo la justicia ha criminalizado la protesta, creando repercusiones para quienes ejercían el derecho de reunión y vulnerando la libertad de expresión», para apuntar después a que el proceso judicial solo tiene como objetivo «criminalizar la protesta, limitar los derechos fundamentales y silenciar la disidencia política».
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