El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio
Cuando uno empieza a leer El Jarama, la novela fantástica, costumbrista, inimaginable y poderosa de la que renegó Rafael Sánchez Ferlosio, se siente el calor del verano madrileño. El de la ciudad mitigado con la llegada al río, al merendero entre sombras, vívido. Y luego el sol, en la orilla, en la simpleza de un domingo cualquiera donde también aguarda la tragedia que tiene un efecto apoteósico parecido, pero al contrario, que en el Sin perdón de Clint Eastwood.