Morante de la Puebla retirado a la enfermería tras la cogido del toro Carrillón en Pontevedra
Morante de la Puebla, a la enfermería por una cornada limpia de 15 centímetros en la Feria de Pontevedra
La gran figura del momento fue corneado por Carrillón, un astado de 520 kilos, cuando el maestro intentaba dominarlo en el centro del ruedo
José Antonio Morante de la Puebla ha sido cogido por el primer toro de la jornada dominical de la Feria de Pontevedra, la más clásica e importante de Galicia. El maestro de Puebla del Río fue volteado y se tuvo que retirar a la enfermería sin poder continuar su faena, aunque se estima que la cogida no es grave, aunque sí «extensa». El astado rasgó la taleguilla del muslo derecho de torero. Su compañero Alejandro Talavante se encargó de dar cuenta del toro.
Morante ha sido atendido en la enfermería de la plaza de toros de Pontevedra, según reza el parte médico. El torero ha sufrido una cornada «en la cara interna del muslo derecho». «Herida anfractuosa de 10 cm que afecta a tejido subcutáneo, fascia muscular y desgarro de abductor mayor con dos trayectorias: una descendente de 10 centímetros y otra ascendente de 6 centímetros», señala. Posteriormente, ha sido trasladado al hospital tras haber sido intervenido.
Morante de la Puebla, el gran dominador de la temporada taurina, que está abarrotando las plazas de España, resultó cogido por el toro Carrillón, de la ganadería Garcigrande, un astado de 520 kilos de peso. El animal era flojo y se quedaba corto. Para sacar lo mejor de él, Morante se lo llevó al centro del ruedo. Con arrojo y su depurada técnica lo fue dominando, pero los especialistas ya estaban percibiendo que poniéndose en gran riesgo. Y así ocurrió, fue alcanzado por el toro y hubo de ser retirado a la enfermería, llevado en volandas por dos miembros de su cuadrilla. Afortunadamente, a falta de un parte médico, la primera sensación es que la cogida podría no ser de gravedad, aunque la cogida ha sido calificada de «extensa».
El toro que cogió a Morante fue matado sin mayores contratiempos por Talavante y a continuación llegó una alegría para resarcir el susto, una soberbia faena de Daniel Luque. Hizo maravillas con un toro muy bravo llamado acertadamente Coraje y fue premiado con dos orejas y fuerte petición de rabo. Además, hubo vuelta al ruedo del astado en reconocimiento a su bravura. Luque tuvo el hermoso gesto de depositar su montera a la entrada de la enfermería, donde en ese momento recibía atención médica Morante. La plaza supo agradecerlo, por supuesto, con enorme ovación de nuevo.
En víspera de su cogida de Pontevedra, Morante había triunfado en el Puerto, donde salió por la Puerta Grande a hombros, al igual que los otros dos diestros de la tarde, Daniel Crespo y Roca Rey, con el que tuvo un sonado enfrentamiento en el callejón por un quite del peruano. El maestro andaluz se lo reprochó y Roca Rey le respondió con un displicente: «Maestro, fúmese un purito».
