Morante de la Puebla, emocionado tras cortarse la coleta en Madrid
Morante de la Puebla se retira por sorpresa en Las Ventas tras sufrir una voltereta y cortar dos orejas
El diestro se ha cortado la coleta ante una rebosante plaza de Madrid tras una emocionante faena en la corrida del Día de la Hispanidad
La última faena de un torero para la historia, en imágenes
Morante de la Puebla ha anunciado su retirada como torero. Más que anunciarla, la ha ejecutado. Después de cortar dos orejas al segundo de su lote en la corrida por el Día de la Hispanidad, ha acudido a los medios de la plaza y se ha retirado el prendido para sorpresa de los cerca de 23.000 aficionados presentes.
El diestro formaba parte del cartel de este domingo en Las Ventas y, tras un primer toro al que no pudo sacar mucho partido, salió al segundo con intención de dejar su sello. Al comienzo de la lidia sufrió una voltereta y cayó mal, sobre el cuello, tardando varios minutos en reponerse. Se le pudo ver mareado en compañía de su cuadrilla.
Sacan a hombros a Morante de la Puebla tras el festejo taurino de la Feria de Otoño
Finalmente, tras una faena meritoria y sobre todo una estocada certera, Morante de la Puebla ha cortado las dos orejas ante un público que entregado que, en plena celebración, se ha quedado frío al ver cómo el torero se quitaba la castañeta y la mostraba al tendido.
Muy emocionado y con lágrimas en los ojos ha vuelto al callejón de Las Ventas para el resto de la corrida, pues aún quedaban dos toros por lidiarse: el último de Fernando Robleño como matador y el segundo de la confirmación de alternativa del joven Sergio Rodríguez.
La temporada de 2025 pasará a la historia por el regreso y la retirada de Morante, un torero singular, estudioso de sus 'mayores' y de la Fiesta, que volvió a los ruedos tras una larga ausencia forzada por una depresión.
Imagen de la voltereta de Morante al comenzar la faena de su segundo toro
Morante, visiblemente mareado tras la voltereta
Morante de la Puebla, al entrar a matar a ese segundo toro previo a su retirada
Su manera de entender el toreo, sin efectismos, buscando la lentitud y el arte, ha generado muchísima afición en este año de su reaparición y retirada. El pasado mes de junio Morante de la Puebla abrió la Puerta Grande de Las Ventas en la corrida de la Beneficencia. Fue su primera Puerta Grande en Madrid y entonces fue llevado a hombros por decenas de aficionados (algunos de ellos muy jóvenes).
Morante lo deja en todo lo alto, tras ser la figura indiscutible de la temporada y de la Fiesta en los últimos años. Este 2025 ha llevado su arte por decenas de plaza de todo el país pero nadie esperaba una retirada como la de hoy, por sorpresa y estando en la cima de su popularidad.
El compromiso de Morante con su profesión y con la Tauromaquia ha sido intenso hasta este último día, cuando ha promovido (en la mañana de este domingo por la mañana, sin ir más lejos) un festival en homenaje a Antoñete. Gracias a su iniciativa el matador tiene desde este fin de semana una estatua 'vigilando' la Puerta Grande del coso madrileño. Como homenaje, Morante ha vestido en esta corrida de su despedida un traje de luces chenel y oro.
Sea como sea, el toro de Garcigrande Tripulante, colorado ojo perdiz de 554 kilos, pasará a la historia como el último toro de Morante de la Puebla en su carrera.
Una vez terminado el festejo, Morante de la Puebla ha salido a hombros, rodeado por cientos de aficionados, que antes incluso de que terminara la corrida esperaban este momento. Su paseo hasta la Puerta Grande ha sido una auténtica procesión de fieles, que le intentaban en algunos casos quitar los machos y algunas partes de un traje de luces que, desde hoy, está cargado de simbolismo.
Morante de la Puebla y Fernando Robleño se abrazan este domingo en Las Ventas, en el día de su retirada
Morante de la Puebla, a hombros en Las Ventas, que volvió a colgar el cartel de «No hay billetes» con semanas de antelación
Morante, tras cruzar la Puerta Grande de Madrid (por segunda vez este año y segunda vez en su carrera)
De nuevo, decenas de jóvenes han acompañado a Morante hasta el Hotel Wellington
Entre gritos de «José Antonio Morante de la Puebla» y «No te vayas», el torero ha cruzado la Puerta Grande de Madrid por su segunda vez en su carrera (y por segunda vez este año). Decenas de móviles han inmortalizado el momento, con Morante izado a hombros, dolorido por la voltereta pero conmovido por una despedida a la altura.
El calor de la gente ha llegado, como ocurriera en junio, hasta el mismo Hotel Wellington, donde el torero se ha asomado al balcón de su habitación para agradecer el cariño de unos aficionados a los que esta retirada les ha pillado por sorpresa y, en algunos casos, iniciando su afición a los toros gracias precisamente a Morante de la Puebla.
Fernando Robleño se retira del toreo en Las Ventas el Día de la Hispanidad