Las diez citas imprescindibles de la música hasta el verano

En 2026, se cumplen 150 años del nacimiento de Manuel de Falla y 80 desde su fallecimiento, sin que de momento se observen grandes conmemoraciones; algún apunte aislado solamente a falta de lo que pueda ocurrir en la segunda mitad del año. Hasta el verano, ya a la vuelta de la esquina, les proponemos las diez citas musicales más relevantes en España, entre óperas, conciertos y recitales.

El «gordo» aparecerá tempranero en este nuevo año. La principal apuesta musical de la primera mitad del 2026 llegará con el debut escénico que la cantante noruega Lise Davidsen se propone llevar a cabo del rol de Isolda, en el Liceo barcelonés. El coliseo catalán se anota todo un triunfo, antes incluso de alzar el telón, con la presencia de la soprano más relevante de su generación para protagonizar Tristán e Isolda, la obra maestra de Wagner. El resto es accesorio. El atractivo aquí se encuentra en la posibilidad de disfrutar del regreso de la Davidsen, tras su baja maternal, antes de que interprete este mismo rol en el Met neoyorquino. Quien da primero, da dos veces.

La manera en la que el principal teatro lírico español ha elegido rendirle homenaje a Falla ha sido emparejarlo con otro gran compositor ibérico. En un doble programa, con una producción entre la Ópera de Oviedo y el Teatro Cervantes de Málaga, la Zarzuela ofrecerá, dentro de unas semanas, la posibilidad de apreciar un par de obras que se escenifican muy poco: Goyescas, de Granados, y El retablo de maese Pedro, de Falla. En los repartos figuran algunos cantantes importantes, como el tenor Alejandro Roy que, en 2026, debutará en el Colón de Buenos Aires con Pagliacci.

Encerrarse en una misma sesión con las seis suites para chelo que compuso J.S. Bach, uno de los hitos de la música occidental, resulta un esfuerzo titánico solo al alcance de unos cuantos elegidos. Jean-Guihen Queyras, entre los más solicitados intérpretes de este instrumento ahora mismo, se dispone a probar la heroicidad del empeño en el Auditorio Nacional, con su inseparable Stradivarius. Será la cita fundamental del espléndido ciclo de Impacta.

Aún cautivados por la reveladora sesión haendeliana que nos ofreció en su última visita, Currentzis regresará en febrero para sumergirse en El anillo sin palabras. Se trata de la lujuriosa versión orquestal que de la célebre tetralogía de Wagner realizó otro genuino alquimista del sonido, el añorado Lorin Maazel. Como en ocasiones anteriores, el director viene con su propio conjunto, MusicaEterna, antes de recalar en el festival de Salzburgo, donde este verano dirigirá Carmen. Su horizonte lírico parece ampliarse, quizá como promesa de inolvidables jornadas operísticas por llegar. Con él todo resulta diferente, incluso lo más trillado.

De Sokolov no suelen anunciarse los programas, ni falta que hace. Se confía en que su criterio bastará para servir una sesión del más alto goce estético y espiritual, como se corresponde con el arte de uno de los últimos colosos de su instrumento. ¿Por qué alguien que nunca haya asistido a uno de los recitales de este auténtico genio de la expresión debería hacerlo ya mismo, si es que aún quedan localidades? Por la posibilidad de experimentar esa capacidad suya, cada vez más depurada, de desaparecer tras la música: con él, Bach, Scarlatti, Rameau o Chopin parecen hablarnos directamente, algo que ocurre en contadas ocasiones.

El Palau de les Arts, que cuenta con la mejor orquesta de foso entre las españolas, la de la Comunidad Valenciana, se dispone a ofrecer con las mayores garantías unas «a priori» estupendas funciones de la gran ópera de Händel, su Giulio Cesare, considerados los mimbres. En la dirección musical destaca Mark Minkowski, con pocos rivales en este repertorio, y entre el reparto escogido merecen atención el contratenor Aryeh Nusbbau, la soprano Marina Monzó y la gran mezzo Sara Mingardo. Firmará la puesta en escena Vincent Boussard, y si el montaje resulta ser finalmente una patata, al menos, el vestuario lleva el sello de calidad del prestigioso diseñador Christian Lacroix.

En plena Semana Santa, la Filarmónica ha tenido el acierto de programar La Pasión según san Mateo de J. S. Bach, y no de cualquier manera. Se traen a un auténtico especialista en este repertorio, el belga Philippe Herreweghe, con sus agrupaciones: la orquesta y coro Collegium Vocale de Gante. Otra vez, será una ocasión única para acercarse al monumental oratorio bachiano, en última instancia concebido «para sacarnos de nuestra propia complacencia», como bien apunta Gardiner en su reciente estudio de la obra del cantor de Leipzig. No será la única «Pasión», Impacta también propone la suya, pero ésta parece más interesante por la larga, honda experiencia que atesora Herreweghe.

La Nacional parece haber hallado en su programación un hueco para recordar a Manuel de Falla, en el año de su doble aniversario. Este monográfico resulta del máximo interés por las obras reunidas: a dos de sus partituras más populares, las Noches en los jardines de España (a cargo de Bertrand Chamayou) y la versión de 1925 de su ballet El amor brujo (con la cantaora María Toledo”), se suman la orquestación que Francisco Coll realizó de la Fantasía baetica y la suite Homenajes. Será interesante comprobar la afinidad de David Afkham con un repertorio alejado de su temperamento germánico.

Tan Dun, alumno en su día de Toru Takemitsu, no es un músico que goce del general aprecio de los miembros de esas camarillas de ilusos que, encerrados en su torre de marfil, todavía aspiran a controlar, y decidir, lo que es lícito componer y lo que no según los absurdos postulados de una supuesta vanguardia que reniega, entre otras cosas, de las emociones. Pero no le ha ido mal, al contrario. Sus propuestas suelen encontrar eco en distintos medios como el cine (ganó un Oscar por la banda sonora de Tigre y dragón), la ópera (su Primer emperador se ha programado dos veces en el Met) y las salas de conciertos, donde estrenó una sinfonía sobre Internet, entre muchas otras. Ahora, el creador chino ofrecerá en España, por primera vez, su Buddha Passion, el oratorio que escribió por encargo, entre otras, de la Filarmónica de Nueva York, en 2018. Él mismo dirigirá a los conjuntos de la OCNE.

Anna Netrebko, la gran diva actual del repertorio italiano más afín a los gustos mayoritarios de los aficionados, ha encontrado cuatro fechas para aparecer en varias de las funciones de Il Trovatore, en el Real. La soprano rusa, aún cuestionada en algunos lugares por sus pasadas conexiones con Putin (del que ella ha intentado desvincularse), ofrecerá además un concierto en Madrid. Como suele ocurrir por estos pagos, ninguno de los repartos resulta totalmente redondo por la voluntad de mezclar cantantes de aquí y de allá. Pero diseminados entre las distintas fechas, se podrá apreciar, al menos, a algunos de los más relevantes estos días como Piotr Beczala, Saioa Hernández, Marina Rebeka y Juan Jesús Rodríguez, el barítono andaluz que regresa finalmente a la programación de este coliseo para regocijo de los aficionados.